Funcionarios estadounidenses y cubanos se reunieron en Washington para hablar sobre temas migratorios, en medio de una polémica por la detención de un contratista estadounidense en diciembre pasado, acusado por el régimen cubano de ser un espía.
La delegación de Estados Unidos está encabezada por el subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Craig Kelly. El viceministro de Exteriores, Dagoberto Rodríguez, encabeza la delegación cubana.
Aunque el tema principal de la ronda de conversaciones será el tema de la inmigración, también se tocará el tema del contratista detenido Alan Gross, según adelantó un día antes la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton.
Clinton pidió el jueves a Cuba que libere a Gross, quien fue detenido hace seis meses sin una acusación formal.
“Subrayaremos que continuar la detención de Alan Gross daña las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”, dijo Clinton en un comunicado que difundió tras reunirse con la esposa del contratista.
“Estamos muy preocupados por su bienestar y por su salud delicada, hemos utilizado todos los canales disponibles para lograr su libertad”, dijo Clinton. “Como le dije hoy a la familia, continuaremos demandando su libertad”.
Gross, de 60 años, trabajaba para la Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), pero fue detenido bajo la sospecha de ser un espía. Todavía no recibió una acusación formal del régimen cubano.