Fiscales estadounidenses y escoceses han identificado a dos libios como sospechosos del ataque hace 25 años a un avión de Pan Am que volaba sobre Lockerbie, Escocia, y han solicitado entrevistarlos en Trípoli.
El ataque con bomba, el primero de diciembre de 1988 al vuelo 103 de Pan Am que volaba de Londres a Nueva York es considerado uno de los peores en la historia británica. Todas las 259 personas que iban a bordo perecieron, al igual que 11 en tierra.
Sin embargo, la inestabilidad en Libia hace creer que la posibilidad de entrevistar a los sospechosos sea remota.
No obstante, la Oficina Escocesa de la Corona, dijo que el procurador real Frank Mulholland y la secretaria de Justicia de Estados Unidos, Loretta Lynch, concuerdan en que hay "una base legal apropiada" en ambos países, que autoriza a investigadores de las dos naciones a "tratar a dos libios como sospechosos" por el ataque al vuelo 103.
Según se informó se ha solicitado a las autoridades libias que ayuden a detectives de Escocia y del FBI a entrevistar a los sospechosos, que se presume estuvieron involucrados con Abdel Baset al-Megrahi, la única persona que ha sido convicta por el ataque.
Un vocero del Departamento de Justicia dijo el jueves que la agencia está comprometida a buscar justicia para las víctimas del ataque de Lockerbie, 189 de las cuales eran estadounidenses, muchos estudiantes que volvían a sus casas por las vacaciones de Navidad.
Los fiscales creen que el avión de Pan Am fue derribado por una bomba que estalló en una maleta que fue embarcada en Malta y luego enviada al vuelo 103 a través de Frankfurt. La bomba estalló cuando el avión volaba sobre Lockerbie, Escocia.