La compañía sirvió de intermediaria en la venta de más de 14 mil boletos para viajar entre Cuba y terceros países infringiendo las regulaciones del Departamento de Estado.
La compañía estadounidense American Express aceptó pagar $5,2 millones de dólares de multa al gobierno de EE.UU. por expedir 14 mil 500 boletos de viaje a Cuba, pasando por alto las restricciones impuestas por Washington a las transacciones con el gobierno de la isla.
El acuerdo con el Departamento del Tesoro estadounidense por boletos vendidos del 2005 al 2011 para viajes entre Cuba y terceros países evita que la firma sea inculpada de una responsabilidad civil mayor por transgredir las leyes federales.
Según una declaración por escrito difundida por la vocera de la empresa Diana Postemsky, American Express reveló voluntariamente las transacciones a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de EE.UU. y adoptó “fuertes controles para asegurarse de que no vuelva a ocurrir”.
De hecho, la empresa es uno de los mayores proveedores autorizados por el Departamento de Estado para expedir viajes a Cuba, y ya había sido investigada en 1995 y 1996 por infracciones del mismo tipo.
Pero de acuerdo con el Departamento de Estado, American Express no implementó las medidas de control previamente prometidas y las nuevas infracciones ocasionaron “un daño significativo” a los objetivos de la sanciones en vigor contra el gobierno de Cuba.
Aunque los estadounidenses tienen prohibido viajar a la isla en calidad de turistas, pueden hacerlo mediante una licencia especial con fines religiosos, culturales o educativos en virtud de un programa concebido para promover los contactos pueblo-pueblo.
El acuerdo con el Departamento del Tesoro estadounidense por boletos vendidos del 2005 al 2011 para viajes entre Cuba y terceros países evita que la firma sea inculpada de una responsabilidad civil mayor por transgredir las leyes federales.
Según una declaración por escrito difundida por la vocera de la empresa Diana Postemsky, American Express reveló voluntariamente las transacciones a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de EE.UU. y adoptó “fuertes controles para asegurarse de que no vuelva a ocurrir”.
De hecho, la empresa es uno de los mayores proveedores autorizados por el Departamento de Estado para expedir viajes a Cuba, y ya había sido investigada en 1995 y 1996 por infracciones del mismo tipo.
Pero de acuerdo con el Departamento de Estado, American Express no implementó las medidas de control previamente prometidas y las nuevas infracciones ocasionaron “un daño significativo” a los objetivos de la sanciones en vigor contra el gobierno de Cuba.
Aunque los estadounidenses tienen prohibido viajar a la isla en calidad de turistas, pueden hacerlo mediante una licencia especial con fines religiosos, culturales o educativos en virtud de un programa concebido para promover los contactos pueblo-pueblo.