Ni republicanos ni demócratas parecen ceder y el gobierno se expone a una parálisis parcial a partir del 1 de octubre por falta de presupuesto.
La Cámara de Representantes aprobó este viernes una resolución para temporalmente evitar el cierre del gobierno al terminar el año fiscal y proveer de fondos al gobierno para tres meses, a cambio de retirar los fondos para la Ley de Salud conocida como Obamacare.
La votación, como se esperaba, fue completamente partidista y a favor de los republicanos, que son la mayoría en la Cámara de Representantes. El conteo final fue de 234 votos a favor y 189 en contra.
La líder de la minoría en la Cámara, Nancy Pelosi, resumió el sentir de los demócratas después de la votación. "Este lugar es un desastre", sentenció.
El Senado tendría que aprobar una medida similar para que lo aprobado por la Cámara se pueda convertir en ley con la firma del presidente, algo prácticamente improbable porque los demócratas dominan el Senado.
A solo diez días del plazo para que el gobierno no se vea paralizado por falta de dinero, la votación en la Cámara de Representantes se convierte en solo el primer disparo en una batalla que, con suerte, podría decidirse hasta el 30 de septiembre.
El punto muerto gira en torno a la ley de salud promulgada por el presidente Barack Obama: un grupo de republicanos rehusa aprobar los fondos que financiarían el llamado Obamacare, y los demócratas del Senado se niegan a considerar cualquier proyecto de gastos que lo omita.
John Boehner, líder republicano y presidente de la Cámara de Representantes, calificó la ley como "un desastre" y dijo que "va a elevar los costos (de la atención médica). Está destruyendo empleos entre los estadounidenses, y debe ser eliminada”.
El líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, ya dijo que “cualquier legislación que deje sin fondos al Obamacare está muerta. Es una pérdida de tiempo y lo he advertido antes. Se lo dije (a Boehner) la semana pasada”.
A menos que ambas cámaras concilien sus puntos de vista para el 1 de octubre (inicio del año fiscal 2014), el gobierno se expone a una parálisis parcial que pondría al país al borde de un colapso financiero.
La Casa Blanca y los legisladores demócratas han dicho que el Obamacare y el aumento del techo de la deuda para que el gobierno pueda cumplir con sus obligaciones son innegociables, mientras que el influyente senador Charle Schumer aseguró que los demócratas están unidos y no cederán ante las presiones de los republicanos.
Una situación similar en 2011 por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para lidiar con los problemas fiscales y dar solución al déficit de la nación provocó que primero la agencia Standard and Poor's y luego Fitch degradaran la calificación de crédito de EE.UU., algo nunca visto.
La votación, como se esperaba, fue completamente partidista y a favor de los republicanos, que son la mayoría en la Cámara de Representantes. El conteo final fue de 234 votos a favor y 189 en contra.
La líder de la minoría en la Cámara, Nancy Pelosi, resumió el sentir de los demócratas después de la votación. "Este lugar es un desastre", sentenció.
El Senado tendría que aprobar una medida similar para que lo aprobado por la Cámara se pueda convertir en ley con la firma del presidente, algo prácticamente improbable porque los demócratas dominan el Senado.
A solo diez días del plazo para que el gobierno no se vea paralizado por falta de dinero, la votación en la Cámara de Representantes se convierte en solo el primer disparo en una batalla que, con suerte, podría decidirse hasta el 30 de septiembre.
El punto muerto gira en torno a la ley de salud promulgada por el presidente Barack Obama: un grupo de republicanos rehusa aprobar los fondos que financiarían el llamado Obamacare, y los demócratas del Senado se niegan a considerar cualquier proyecto de gastos que lo omita.
John Boehner, líder republicano y presidente de la Cámara de Representantes, calificó la ley como "un desastre" y dijo que "va a elevar los costos (de la atención médica). Está destruyendo empleos entre los estadounidenses, y debe ser eliminada”.
El líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, ya dijo que “cualquier legislación que deje sin fondos al Obamacare está muerta. Es una pérdida de tiempo y lo he advertido antes. Se lo dije (a Boehner) la semana pasada”.
A menos que ambas cámaras concilien sus puntos de vista para el 1 de octubre (inicio del año fiscal 2014), el gobierno se expone a una parálisis parcial que pondría al país al borde de un colapso financiero.
La Casa Blanca y los legisladores demócratas han dicho que el Obamacare y el aumento del techo de la deuda para que el gobierno pueda cumplir con sus obligaciones son innegociables, mientras que el influyente senador Charle Schumer aseguró que los demócratas están unidos y no cederán ante las presiones de los republicanos.
Una situación similar en 2011 por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para lidiar con los problemas fiscales y dar solución al déficit de la nación provocó que primero la agencia Standard and Poor's y luego Fitch degradaran la calificación de crédito de EE.UU., algo nunca visto.