Pentágono a expensas de cortes fiscales

El Pentágono ya anunció este mes que no enviará el portaaviones Harry S. Truman a la zona del Golfo Pérsico.

Si la Casa Blanca y el Congreso no logran pactar un acuerdo presupuestario antes del 1ro. de marzo, las reducciones de fondos serían considerables para el Departamento de Defensa.
El Departamento de Defensa de EE.UU. se expone a fuertes recortes en su presupuesto si la Casa Blanca y el Congreso no logran ponerse de acuerdo antes de la fecha límite del 1ro. de marzo, cuando entrarían en vigor automáticas reducciones de gastos fiscales.

Entre las tempranas señales de que podrían avecinarse tiempos difíciles, el Pentágono ya anunció este mes que no enviará el portaaviones Harry S. Truman a la zona del Golfo Pérsico.

La ocasión en que ocurrirían los severos recortes no son propicias, porque coinciden con un cambio de jefatura en el Departamento de Defensa con la salida del puesto de Leon Panetta.

“Si las rebajas tienen efecto, se perjudicarán seriamente programas de defensa y nuestra disposición militar sufrirá un marcado declive. Ya hemos empezado a planear cómo operar en tal escenario, pero está claro que esas condiciones no son una buena opción”, dijo Panetta.

El entrenamiento de tropas y el mantenimiento de aviones y buques sería demorado o suspendido. El Pentágono es el departamento del gobierno que enfrenta mayores recortes: $46 mil millones de dólares en los próximos siete meses. Según Panetta, el daño sería de gran alcance.

“Licenciaríamos hasta unos 800 mil civiles (que trabajan para el Departamento de Defensa) en todo el país hasta 22 días. Podrían encarar hasta 20 por ciento de rebaja en sus salarios”, dijo Panetta, quien preguntó si podría haber alguien que creyese que esto no va a afectar la economía.

Las reducciones presupuestarias se suman a un plan para recortar $500 mil millones de dólares en 10 años anunciado previamente y que no ha sido puesto en práctica todavía.

Para el sucesor de Panetta, la misión consistirá en dirigir una fuerza militar más pequeña con menos dinero pero crecientes amenazas, que comprenden desde el Oriente Medio hasta África y Corea del Norte.

Anthony Cordesman, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, dijo que “básicamente, se trata de una operación de ´arrasa y quema´ al menos inicialmente hasta que el Congreso le ponga fin”. Y nadie sabe si las cosas volverán a su estado original, agregó.

El fin de los recortes depende de la rapidez con que la Casa Blanca y el Congreso lleguen a pactar un acuerdo presupuestario.

Mientras tanto, la preocupación que prima entre analistas de seguridad y los jefes en el Pentágono es cuán grande serían los daños causados a la defensa de la nación.