Quienes no tienen trabajo y reciben una subvención, están perdiendo dinero por cobros de los bancos.
Un sinnúmero de estadounidenses que reciben compensación del gobierno por estar desempleados están pagando innecesarias tarifas a los bancos para recibir esas subvenciones mediante tarjetas de pago, de acuerdo con un estudio difundido este martes por la agencia AP.
El informe del National Consumer Law Center (NCLC), una organización no lucrativa especializada en asuntos relacionados con el consumidor, especialmente los de bajos ingresos, señala que muchos utilizan para cobrar tales tarjetas en lugar de depósitos directos a sus cuentas de banco.
Según la organización, ello ocurre porque el trámite para los depósitos directos de esos beneficios exige un complicado papeleo y llamadas telefónicas, mientras que los estados emiten las tarjetas de manera automática. Sin embargo, aclara, no se ha explicado a los beneficiarios la tarifa cobrada por los bancos.
Años atrás, los estados hacían llegar las compensaciones por desempleo mediante cheques por correo, y en los casos de los que no pagaban comisión a sus bancos se les depositaba directamente en sus cuentas. La impresión y el envío de los cheques les costaba a los gobiernos estatales millones de dólares.
El hecho fue aprovechado por bancos como JPMorgan Chase, U.S. Bancorp y Bank of America que establecieron programas de tarjetas emitidas gratuitamente para quienes no tuviesen cuentas bancarias, a la par que les ahorraban grandes sumas en gastos a los estados.
Sin embargo, el informe precisa que este sistema lo que hizo fue transferir los costos de la operación de los gobiernos a los individuos y los que sí tienen cuentas están siendo afectados, ya que los bancos les deducen tarifas de sus beneficios por desempleo.
Según NCLC, el problema radica en que muchos estados les hacen difícil a las personas que pierden el trabajo conseguir que se les haga el depósito directo de esos fondos.
El reporte revela que los pagos por esta vía fluctúan por estado, del 82 por ciento de los desempleados en Minnesota hasta sólo el 16 por ciento en Arizona.
El informe destaca que en cinco estados, California, Indiana, Kansas, Maryland y Nevada, a los desempleados ni siquiera se les da la posibilidad de optar por los depósitos directos.
El informe del National Consumer Law Center (NCLC), una organización no lucrativa especializada en asuntos relacionados con el consumidor, especialmente los de bajos ingresos, señala que muchos utilizan para cobrar tales tarjetas en lugar de depósitos directos a sus cuentas de banco.
Según la organización, ello ocurre porque el trámite para los depósitos directos de esos beneficios exige un complicado papeleo y llamadas telefónicas, mientras que los estados emiten las tarjetas de manera automática. Sin embargo, aclara, no se ha explicado a los beneficiarios la tarifa cobrada por los bancos.
Años atrás, los estados hacían llegar las compensaciones por desempleo mediante cheques por correo, y en los casos de los que no pagaban comisión a sus bancos se les depositaba directamente en sus cuentas. La impresión y el envío de los cheques les costaba a los gobiernos estatales millones de dólares.
El hecho fue aprovechado por bancos como JPMorgan Chase, U.S. Bancorp y Bank of America que establecieron programas de tarjetas emitidas gratuitamente para quienes no tuviesen cuentas bancarias, a la par que les ahorraban grandes sumas en gastos a los estados.
Sin embargo, el informe precisa que este sistema lo que hizo fue transferir los costos de la operación de los gobiernos a los individuos y los que sí tienen cuentas están siendo afectados, ya que los bancos les deducen tarifas de sus beneficios por desempleo.
Según NCLC, el problema radica en que muchos estados les hacen difícil a las personas que pierden el trabajo conseguir que se les haga el depósito directo de esos fondos.
El reporte revela que los pagos por esta vía fluctúan por estado, del 82 por ciento de los desempleados en Minnesota hasta sólo el 16 por ciento en Arizona.
El informe destaca que en cinco estados, California, Indiana, Kansas, Maryland y Nevada, a los desempleados ni siquiera se les da la posibilidad de optar por los depósitos directos.