El presidente lleva a cabo esta semana reuniones claves para hacer modificaciones en la Agencia de Seguridad Nacional tras el escándalo por las filtraciones de Edward Snowden.
El presidente Barack Obama tiene previsto reunirse este jueves con varios legisladores como parte de los esfuerzos del ejecutivo por implementar cambios en los controversiales programas de espionaje de EE.UU.
En adición al encuentro, la asesora legal de la Casa Blanca, Kathryn Ruemmler, quien ha estado lidiando con las investigaciones en torno a las facultades de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), sostendrá reuniones con grupos vinculados al caso.
La víspera el presidente se entrevistó con miembros de la junta directiva de la comisión designada por el Congreso para revisar los poderes otorgados a la NSA respecto a tales programas de vigilancia, y también tenía previsto hacerlo con miembros de la comunidad de inteligencia que los defienden.
Los cambios empezaron a ser reclamados después de que el excontratista de la NSA Edward Snowden , actualmente asilado en Rusia, filtró a la prensa programas secretos del espionaje estadounidense.
Según han dicho funcionarios de la Casa Blanca, Obama estaría considerando recomendaciones como privar a la NSA de su capacidad para almacenar datos telefónicos y otros significativos.
En rueda de prensa el pasado 20 de diciembre, Obama dijo que existe la forma de “dar a la gente mayor seguridad de que hay mecanismos de control y balance, así como suficiente supervisión y transparencia”.
Obama señaló entonces que la recolección de datos telefónicos de inteligencia podría implementarse de una manera en que se obtenga igual información cuando se necesite “sin crear probabilidades para que se cometan abusos”.
En adición al encuentro, la asesora legal de la Casa Blanca, Kathryn Ruemmler, quien ha estado lidiando con las investigaciones en torno a las facultades de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), sostendrá reuniones con grupos vinculados al caso.
La víspera el presidente se entrevistó con miembros de la junta directiva de la comisión designada por el Congreso para revisar los poderes otorgados a la NSA respecto a tales programas de vigilancia, y también tenía previsto hacerlo con miembros de la comunidad de inteligencia que los defienden.
Los cambios empezaron a ser reclamados después de que el excontratista de la NSA Edward Snowden , actualmente asilado en Rusia, filtró a la prensa programas secretos del espionaje estadounidense.
Según han dicho funcionarios de la Casa Blanca, Obama estaría considerando recomendaciones como privar a la NSA de su capacidad para almacenar datos telefónicos y otros significativos.
En rueda de prensa el pasado 20 de diciembre, Obama dijo que existe la forma de “dar a la gente mayor seguridad de que hay mecanismos de control y balance, así como suficiente supervisión y transparencia”.
Obama señaló entonces que la recolección de datos telefónicos de inteligencia podría implementarse de una manera en que se obtenga igual información cuando se necesite “sin crear probabilidades para que se cometan abusos”.