La mala hora del esquí

En diez años, la industria turística del esquí en EE.UU. perdió poco mas de $1.000 millones en ingresos.

Los centros turísticos de esquí sobre nieve en Estados Unidos están muy afectados por el cambio climático.
Los centros de esquí sobre nieve también están pagando las consecuencias del cambio climático y aún no se sabe si este invierno será diferente al de 2011, cuando las exiguas nevadas y las inusuales altas temperaturas afectaron los ingresos de este sector turístico y dejaron con las ganas a muchos esquiadores.

Un ejemplo de lo que puede ocurrir este año es lo sucedido en el centro de esquí Mount Sunapee, en Newbury, New Hampshire, donde un repentino frío a fines de noviembre permitió abrir las puertas poco después del Día de Acción de Gracias, pero el calor regresó y toda la nieve sobre las pendientes se derritió.

El invierno del 2011 fue el cuarto más caluroso que se sepa desde 1896 y forzó a la mitad de los centros de esquí del país a abrir tardíamente la temporada y casi igual cantidad tuvieron que suspender sus operaciones antes de lo habitual.

Lo peor es que según expertos debido a que las temperaturas ascienden por el calentamiento global se estima que decenas de centros en todo el país, especialmente los que se hallan a menor altitud y en latitudes más bajas, eventualmente desaparecerán.

En las montañas Rocosas, donde las condiciones climáticas también han sido variables, se espera que la temperatura promedio de los inviernos aumente siete grados para fines de siglo, y por lo pronto en esta temporada varios centros para esquiadores en Colorado se han visto obligados a posponer su apertura.

Según un informe difundido la semana pasada por el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales y la organización Protege nuestros inviernos, entre los años 2000 y 2010, la industria del esquí, que cuenta con centros en 38 estados y da trabajo directo o indirecto a 187 mil personas, perdió poco más de $1.000 millones en ingresos.