El presidente de la Reserva Federal comparece ante el Congreso y defiende los pasos dados para reactivar la economía.
El presidente de la Reserva Federal de EE.UU. (FED), Ben Bernanke, dijo este miércoles que en algún momento habrá que revisar la actual política monetaria del país, pero que hay que ser cuidadosos de no elevar anticipadamente las tasas de interés para no estrangular el crecimiento económico.
En su segundo día de audiencias ante el Congreso, Bernanke defendió las políticas adoptadas por la FED y rechazó críticas de que estas perjudican a los jubilados y lesionan los ahorros de otros estadounidenses.
Pero recordó que el problema del endeudamiento elevado de EE.UU. no ha tenido aún solución a largo plazo.
Como resultado de tales desequilibrios , dijo, “el déficit del gobierno federal y el porcentaje de la deuda con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) comenzarán a crecer en la segunda mitad de esta década, en gran parte por el efecto del envejecimiento de la población y el rápido aumento de los costos de salud".
En su testimonio ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Bernanke señaló que la FED podría deshacerse de sus activos respaldados por hipotecas más lentamente de lo previsto o incluso evitar venderlos y esperar a que maduren.
Aunque parezca paradójico, indicó, de alguna forma la mejor manera de hacer subir las tasas de interés no es elevándolas demasiado rápido.
“Manteniéndolas bajas podemos ayudar a que la economía se fortalezca, crear más empleos y dar más ímpetu a la economía. Esa es la manera de que las tasas de interés sean más altas de forma sostenible”, subrayó.
También precisó que en el resto de los países industrializados las tasas están prácticamente al mismo nivel que las de EE.UU., lo que indica que en esencia la economía en esas naciones sigue siendo débil.
Bernanke dijo ver con cauteloso optimismo el mercado inmobiliario estadounidense después de que las evidencias sugieren que ya tocó fondo el año pasado y ha emprendido la recuperación.
En ese sentido resaltó que el programa de compra de bonos del Tesoro que lleva a cabo la FED ha tenido un impacto positivo en el sector de la vivienda.
Añadió que aunque la cantidad de embargos hipotecarios sigue siendo alta su número ha declinado, pero los precios de las casas aumentaron el último año después de haberse deprimido 30 por ciento o más desde el comienzo de la crisis. También destacó una significativa mejora en lo que se refiere a la construcción de viviendas.
El tono optimista de Bernanke se vio respaldado por estadísticas económicas según las cuales el gasto planeado por las empresas en enero reflejó su mayor incremento en más de un año y los contratos para la compra de nuevas viviendas se acercaron el mes pasado su nivel más alto en tres años.
En su segundo día de audiencias ante el Congreso, Bernanke defendió las políticas adoptadas por la FED y rechazó críticas de que estas perjudican a los jubilados y lesionan los ahorros de otros estadounidenses.
Pero recordó que el problema del endeudamiento elevado de EE.UU. no ha tenido aún solución a largo plazo.
Como resultado de tales desequilibrios , dijo, “el déficit del gobierno federal y el porcentaje de la deuda con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) comenzarán a crecer en la segunda mitad de esta década, en gran parte por el efecto del envejecimiento de la población y el rápido aumento de los costos de salud".
En su testimonio ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Bernanke señaló que la FED podría deshacerse de sus activos respaldados por hipotecas más lentamente de lo previsto o incluso evitar venderlos y esperar a que maduren.
Aunque parezca paradójico, indicó, de alguna forma la mejor manera de hacer subir las tasas de interés no es elevándolas demasiado rápido.
“Manteniéndolas bajas podemos ayudar a que la economía se fortalezca, crear más empleos y dar más ímpetu a la economía. Esa es la manera de que las tasas de interés sean más altas de forma sostenible”, subrayó.
También precisó que en el resto de los países industrializados las tasas están prácticamente al mismo nivel que las de EE.UU., lo que indica que en esencia la economía en esas naciones sigue siendo débil.
Bernanke dijo ver con cauteloso optimismo el mercado inmobiliario estadounidense después de que las evidencias sugieren que ya tocó fondo el año pasado y ha emprendido la recuperación.
En ese sentido resaltó que el programa de compra de bonos del Tesoro que lleva a cabo la FED ha tenido un impacto positivo en el sector de la vivienda.
Añadió que aunque la cantidad de embargos hipotecarios sigue siendo alta su número ha declinado, pero los precios de las casas aumentaron el último año después de haberse deprimido 30 por ciento o más desde el comienzo de la crisis. También destacó una significativa mejora en lo que se refiere a la construcción de viviendas.
El tono optimista de Bernanke se vio respaldado por estadísticas económicas según las cuales el gasto planeado por las empresas en enero reflejó su mayor incremento en más de un año y los contratos para la compra de nuevas viviendas se acercaron el mes pasado su nivel más alto en tres años.