Una banda de piratas informáticos robó contraseñas y cuentas bancarias almacenadas en computadoras y sustrajo más de $100 millones de cuentas bancarias.
Un hacker ruso fue acusado este lunes en EE.UU. de dirigir una red de piratería informática que penetró a cientos de miles de computadoras y robó más de $100 millones de dólares de cuentas bancarias.
Según autoridades estadounidenses, la banda estaba integrada por hackers de Rusia, Ucrania y el Reino Unido, y la encabezada el ruso Eugeniy Bogachev, que está fugitivo.
Los cargos contra el grupo fueron presentados por la fiscalía en Pittsburgh por conspiración, fraude bancario y lavado de dinero.
Según uno de los casos citados en el sumario judicial, los hackers lograron robar en un solo día en 2011 alrededor de $824 mil dólares de cuentas bancarias de la compañía Haysite Reinforced Plastics, de Erie, en el noroeste de Pennsylvania.
Entre las víctimas figuran también una tribu india del estado de Washington, una firma de seguros, un departamento policial en Massachusetts, una empresa de fumigación en Carolina del Norte, y dos negocios, un restaurante y un banco de Florida.
La institución bancaria habría perdido casi $7 millones en una transferencia no autorizada.
Según autoridades estadounidenses, la banda estaba integrada por hackers de Rusia, Ucrania y el Reino Unido, y la encabezada el ruso Eugeniy Bogachev, que está fugitivo.
Los cargos contra el grupo fueron presentados por la fiscalía en Pittsburgh por conspiración, fraude bancario y lavado de dinero.
Según uno de los casos citados en el sumario judicial, los hackers lograron robar en un solo día en 2011 alrededor de $824 mil dólares de cuentas bancarias de la compañía Haysite Reinforced Plastics, de Erie, en el noroeste de Pennsylvania.
Entre las víctimas figuran también una tribu india del estado de Washington, una firma de seguros, un departamento policial en Massachusetts, una empresa de fumigación en Carolina del Norte, y dos negocios, un restaurante y un banco de Florida.
La institución bancaria habría perdido casi $7 millones en una transferencia no autorizada.