Los 13 militares del jurado declararon culpable al mayor del Ejército, Nidal Hasan, autor de la masacre de Fort Hood, Texas, en 2009, quien podría ser condenado a la pena de muerte.
Un jurado integrado por militares encontró culpable de todos los cargos al mayor Nidal Hasan en la corte marcial que lo juzgó por el ataque que causó la muerte de 13 soldados y provocó heridas a más de 30 en la base militar Fort Hood, Texas en 2009.
Ahora el juez tendrá que decidir si Hasan es condenado a la pena de muerte o a cadena perpetua.
Los 13 oficiales del jurado decidieron la suerte de Hasan tras haber escuchado a unos 90 testigos durante las últimas dos semanas, quienes describieron cómo el mayor disparó metódicamente contras sus víctimas, quienes iban a ser desplegados en zonas de combate en Irak y Afganistán.
Al concluir la exposición de la fiscalía contra el acusado, el coronel Steve Hendricks dijo que Hasan tenía “sin dudas un deliberado plan para matar” cuando abrió fuego contra quienes eran sus compañeros de armas.
El mayor, un musulmán que declaró haberse “cambiado de bando” en la que a su juicio es una guerra librada por Estados Unidos contra el Islám, asumió su propia defensa en la corte donde no presentó ningún testigo y él mismo renunció a testificar a su favor.
Durante una audiencia el miércoles para instruir a los jurados, el mayor dijo al juez que él había tenido una justificada “provocación” para disparar contra los soldados porque estos iban rumbo al extranjero a combatir a insurgentes musulmanes.
Ahora el juez tendrá que decidir si Hasan es condenado a la pena de muerte o a cadena perpetua.
Los 13 oficiales del jurado decidieron la suerte de Hasan tras haber escuchado a unos 90 testigos durante las últimas dos semanas, quienes describieron cómo el mayor disparó metódicamente contras sus víctimas, quienes iban a ser desplegados en zonas de combate en Irak y Afganistán.
Al concluir la exposición de la fiscalía contra el acusado, el coronel Steve Hendricks dijo que Hasan tenía “sin dudas un deliberado plan para matar” cuando abrió fuego contra quienes eran sus compañeros de armas.
El mayor, un musulmán que declaró haberse “cambiado de bando” en la que a su juicio es una guerra librada por Estados Unidos contra el Islám, asumió su propia defensa en la corte donde no presentó ningún testigo y él mismo renunció a testificar a su favor.
Durante una audiencia el miércoles para instruir a los jurados, el mayor dijo al juez que él había tenido una justificada “provocación” para disparar contra los soldados porque estos iban rumbo al extranjero a combatir a insurgentes musulmanes.