El banco llega a un arreglo judicial con el gobierno para compensar los daños que ocasionó por la venta de valores hipotecarios de baja calidad que se derrumbaron durante la crisis de 2008.
La compañía JPMorgan Chase llegó a un arreglo judicial con el gobierno de EE.UU. en virtud del cual pagará $13 mil millones de dólares en compensación por los valores con respaldo hipotecario de dudosa calidad que vendió antes de la crisis financiera de 2008.
El arreglo con el Departamento de Justicia representa la penalidad más elevada negociada de esa manera con una firma y constituye un triunfo para el gobierno luego de los insistentes pedidos públicos de que exigiera cuenta de la crisis a los grandes bancos de Wall Street.
El acuerdo judicial pone fin a múltiples demandas contra JP Morgan por la venta de valores “tóxicos” a inversionistas que tuvieron como resultado final el estallido de la crisis, aunque deja expuestos al banco y sus ejecutivos a ser objeto de acusaciones por fraude.
Una declaración suscrita por el Fiscal General de EE.UU., Eric Holder, indicó que “JP Morgan no fue la única institución financiera que durante el período se supo que agrupó préstamos tóxicos y los vendió a inversionistas desprevenidos, pero eso no la exime de su (mala) conducta”.
Parte de la penalidad impuesta a JP Morgan comprende $4 mil millones en ayuda directa a propietarios de viviendas perjudicados, casi la mitad de los cuales contribuirán a reducir el balance principal de los préstamos que dueños de casas adeudan al banco.
Otra parte se empleará para suspender temporalmente el cobro de hipotecas a fin de incrementar las probabilidades de que los prestatarios no pierdan sus casas, y el dinero restante será empleado para reducir las tasas de interés de las actuales hipotecas, así como para conceder nuevos préstamos hipotecarios a familias de bajos ingresos.
El arreglo con el Departamento de Justicia representa la penalidad más elevada negociada de esa manera con una firma y constituye un triunfo para el gobierno luego de los insistentes pedidos públicos de que exigiera cuenta de la crisis a los grandes bancos de Wall Street.
El acuerdo judicial pone fin a múltiples demandas contra JP Morgan por la venta de valores “tóxicos” a inversionistas que tuvieron como resultado final el estallido de la crisis, aunque deja expuestos al banco y sus ejecutivos a ser objeto de acusaciones por fraude.
Una declaración suscrita por el Fiscal General de EE.UU., Eric Holder, indicó que “JP Morgan no fue la única institución financiera que durante el período se supo que agrupó préstamos tóxicos y los vendió a inversionistas desprevenidos, pero eso no la exime de su (mala) conducta”.
Parte de la penalidad impuesta a JP Morgan comprende $4 mil millones en ayuda directa a propietarios de viviendas perjudicados, casi la mitad de los cuales contribuirán a reducir el balance principal de los préstamos que dueños de casas adeudan al banco.
Otra parte se empleará para suspender temporalmente el cobro de hipotecas a fin de incrementar las probabilidades de que los prestatarios no pierdan sus casas, y el dinero restante será empleado para reducir las tasas de interés de las actuales hipotecas, así como para conceder nuevos préstamos hipotecarios a familias de bajos ingresos.