El presidente de EE.UU., Barack Obama, viaja esta semana a México y Costa Rica para discutir asuntos de seguridad y para reforzar además lazos económicos y comerciales.
La gira que el presidente de EE.UU., Barack Obama, inicia este jueves 2 de mayo en México y que concluirá dos días después en Costa Rica ha despertado gran expectativa en ambos países, donde la agenda de discusiones se enfocará en temas de seguridad pero también dará importancia a asuntos económicos y comerciales.
Antes del viaje, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, declaró que el presidente Obama “celebra la oportunidad de discutir formas de profundizar nuestra relación económica y comercial, y más allá los múltiples temas que involucran nuestra agenda bilateral, regional y global”.
Carl Meacham, director para las Américas del Centro Internacional de Estudios Estratégicos (CSIS), dijo a la Voz de América que en México Obama propondría incluir a ese país y Canadá en las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, lo que daría a la relación bilateral EE.UU- México un nuevo nivel.
Según Meacham, además de los temas económicos y comerciales, los energéticos serán también de primer orden durante la visita.
William Brownfield, secretario de Estado adjunto de EE.UU. para la lucha contra narcóticos, ha dicho que Obama ratificará al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, la disposición de Washington de continuar apoyando a la vecina nación en materia de seguridad mediante la Iniciativa Mérida.
El llamado Plan Mérida es un tratado de lucha antidrogas implementado en 2008 por EE.UU. con México y los países centroamericanos para combatir el narcotráfico y el crimen organizado en la región, y en virtud del cual Washington ha dado más de mil millones de dólares al primero a fin de reforzar la seguridad, la labor policial y la seguridad en la frontera.
Luego de asumir la presidencia en México en diciembre pasado, Peña Nieto anunció que se proponía dar un vuelco a la estrategia seguida hasta ahora de ataque frontal contra los carteles de la droga implementada por su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012), bajo cuyo gobierno murieron víctimas de la violencia por el narcotráfico más de 70 mil personas.
El replanteamiento de política formulado por el mandatario mexicano buscaría canalizar más recursos del Plan Mérida para labores de prevención y justicia, con lo que se busca dar solución a los problemas sociales y económicos de los que se nutre el narcotráfico en lugar de cifrar todos los esfuerzos en el combate directo a los carteles de la droga.
En Costa Rica, país que históricamente ha sido el más estable y pacifico de Centroamérica pero cuya realidad ha cambiado debido a la violencia del narcotráfico, Obama se reunirá con la presidenta Laura Chinchilla para reafirmar vínculos de amistad y cooperación.
También está previsto que en ese país, que el 4 de mayo será sede la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Obama tenga la oportunidad de entrevistarse con jefes de gobierno centroamericanos y con el presidente de República Dominicana.
Antes del viaje, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, declaró que el presidente Obama “celebra la oportunidad de discutir formas de profundizar nuestra relación económica y comercial, y más allá los múltiples temas que involucran nuestra agenda bilateral, regional y global”.
Carl Meacham, director para las Américas del Centro Internacional de Estudios Estratégicos (CSIS), dijo a la Voz de América que en México Obama propondría incluir a ese país y Canadá en las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, lo que daría a la relación bilateral EE.UU- México un nuevo nivel.
Según Meacham, además de los temas económicos y comerciales, los energéticos serán también de primer orden durante la visita.
William Brownfield, secretario de Estado adjunto de EE.UU. para la lucha contra narcóticos, ha dicho que Obama ratificará al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, la disposición de Washington de continuar apoyando a la vecina nación en materia de seguridad mediante la Iniciativa Mérida.
El llamado Plan Mérida es un tratado de lucha antidrogas implementado en 2008 por EE.UU. con México y los países centroamericanos para combatir el narcotráfico y el crimen organizado en la región, y en virtud del cual Washington ha dado más de mil millones de dólares al primero a fin de reforzar la seguridad, la labor policial y la seguridad en la frontera.
Luego de asumir la presidencia en México en diciembre pasado, Peña Nieto anunció que se proponía dar un vuelco a la estrategia seguida hasta ahora de ataque frontal contra los carteles de la droga implementada por su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012), bajo cuyo gobierno murieron víctimas de la violencia por el narcotráfico más de 70 mil personas.
El replanteamiento de política formulado por el mandatario mexicano buscaría canalizar más recursos del Plan Mérida para labores de prevención y justicia, con lo que se busca dar solución a los problemas sociales y económicos de los que se nutre el narcotráfico en lugar de cifrar todos los esfuerzos en el combate directo a los carteles de la droga.
En Costa Rica, país que históricamente ha sido el más estable y pacifico de Centroamérica pero cuya realidad ha cambiado debido a la violencia del narcotráfico, Obama se reunirá con la presidenta Laura Chinchilla para reafirmar vínculos de amistad y cooperación.
También está previsto que en ese país, que el 4 de mayo será sede la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Obama tenga la oportunidad de entrevistarse con jefes de gobierno centroamericanos y con el presidente de República Dominicana.