Un nuevo estudio considera insignificante la utilidad antiterrorista del rastreo por la Agencia de Seguridad Nacional de millones de llamadas telefónicas de estadounidenses.
Un nuevo estudio difundido este lunes concluye que la recolección de datos telefónicos a gran escala por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) no tuvo “un impacto perceptible” en la prevención del terrorismo.
El estudio, llevado a cabo por el grupo de investigaciones New America Foundation, con sede en Washington, sostiene que la vigilancia telefónica de la NSA solo fue útil en un caso tras los ataques del 9-11entre 225 personas investigadas por tener de alguna manera nexos con el terrorismo en EE.UU.
Señala que el método fue únicamente efectivo para dar inicio a la investigación sobre un taxista en San Diego, California, que luego fue hallado culpable de enviar $8.500 dólares a un grupo afiliado a al Qaeda en Somalia en 2007 y 2008.
De acuerdo con la fundación, el espionaje de la NSA puede haber jugado un papel en otras pesquisas, pero el 60 por ciento de las investigaciones se originaron a partir de fuentes tradicionales, como pistas ofrecidas por familiares o informantes y reportes sobre actividades sospechosas.
Las conclusiones del estudio se corresponden con las de un investigador designado por la Casa Blanca quien concluyó en diciembre que la recolección por la NSA de información sobre millones de llamadas hechas por estadounidenses “no fue esencial para prevenir ataques”.
El estudio, llevado a cabo por el grupo de investigaciones New America Foundation, con sede en Washington, sostiene que la vigilancia telefónica de la NSA solo fue útil en un caso tras los ataques del 9-11entre 225 personas investigadas por tener de alguna manera nexos con el terrorismo en EE.UU.
Señala que el método fue únicamente efectivo para dar inicio a la investigación sobre un taxista en San Diego, California, que luego fue hallado culpable de enviar $8.500 dólares a un grupo afiliado a al Qaeda en Somalia en 2007 y 2008.
De acuerdo con la fundación, el espionaje de la NSA puede haber jugado un papel en otras pesquisas, pero el 60 por ciento de las investigaciones se originaron a partir de fuentes tradicionales, como pistas ofrecidas por familiares o informantes y reportes sobre actividades sospechosas.
Las conclusiones del estudio se corresponden con las de un investigador designado por la Casa Blanca quien concluyó en diciembre que la recolección por la NSA de información sobre millones de llamadas hechas por estadounidenses “no fue esencial para prevenir ataques”.