Comparece ante un magistrado el hombre acusado de enviar cartas con ricina al presidente Barack Obama, a un senador y a una jueza.
El hombre sospechoso de enviar cartas envenenadas con ricina al presidente Barack Obama, a un senador y a una jueza de su estado compareció este jueves ante una corte federal en Oxford, en el estado de Mississippi.
Durante una breve audiencia de cuatro minutos, el magistrado Alexander S. Allan ordenó que Paul Kevin Curtis permanezca bajo custodia policial hasta que un gran jurado lo encause en una vista prevista para el 29 de abril.
Previamente, el sujeto de 45 años, residente en Corinth, Mississippi, y conocido por haber imitado a Elvis Presley, fue acusado por un juez de amenazar la vida del presidente de la nación.
Una declaración adjunta al sumario judicial alude a tres sobres conteniendo una “sustancia granular sospechosa”, que después resultó ser ricina, enviados a Obama, y también al senador republicano Roger Wicker, y a la jueza de condado Sadie Holland.
La policía del estado confirmó a los detectives que la esposa de Curtis había reportado a las autoridades en 2007 que su marido era “en extremo delirante, antigobierno, y que pensaba que lo estaban espiando con drones (aviones no tripulados)”.
Si llega a ser declarado culpable, Curtis podría encarar una pena de hasta 15 años de cárcel, $500 mil dólares de multa y tres años de libertad bajo vigilancia.
Durante una breve audiencia de cuatro minutos, el magistrado Alexander S. Allan ordenó que Paul Kevin Curtis permanezca bajo custodia policial hasta que un gran jurado lo encause en una vista prevista para el 29 de abril.
Previamente, el sujeto de 45 años, residente en Corinth, Mississippi, y conocido por haber imitado a Elvis Presley, fue acusado por un juez de amenazar la vida del presidente de la nación.
Una declaración adjunta al sumario judicial alude a tres sobres conteniendo una “sustancia granular sospechosa”, que después resultó ser ricina, enviados a Obama, y también al senador republicano Roger Wicker, y a la jueza de condado Sadie Holland.
La policía del estado confirmó a los detectives que la esposa de Curtis había reportado a las autoridades en 2007 que su marido era “en extremo delirante, antigobierno, y que pensaba que lo estaban espiando con drones (aviones no tripulados)”.
Si llega a ser declarado culpable, Curtis podría encarar una pena de hasta 15 años de cárcel, $500 mil dólares de multa y tres años de libertad bajo vigilancia.