La Casa Blanca y los legisladores tienen apenas dos meses para ponerse de acuerdo sobre el tope de la deuda y el presupuesto del nuevo año fiscal.
El presidente Barack Obama está presionando para que los republicanos en el Congreso aprueben un aumento del techo de la deuda nacional y EE.UU. no se exponga nuevamente a la incertidumbre financiera en que se vio hace dos años ni a los severos recortes fiscales de hace cinco meses.
Los republicanos de la mayoría en la Cámara de Representantes por su parte, dicen que primero el gobierno del presidente Obama debe hacer recortes reales en el gasto público.
La discusión se parece mucho a la que en 2011 terminó con la degradación de la nota de la deuda de Estados Unidos por parte de la agencia calificadora de crédito Standard & Poor’s.
El presupuesto
El tope de la deuda es una de las grandes decisiones fiscales que encaran la Casa Blanca y el Congreso cuando los legisladores retornen a Washington tras el receso veraniego en septiembre próximo.
Demócratas y republicanos aún no han logrado ponerse de acuerdo en cuál será el presupuesto para el año fiscal entrante, que comienza el 1º de octubre, ni en cómo dar solución a los drásticos recortes presupuestarios de $85 mil millones de dólares adoptados el 1º de marzo pasado cuando tampoco lograron conciliar sus puntos de vista.
Según el Centro de Política Bipartidista, el gobierno federal está funcionando en la actualidad al límite de los $16 billones de dólares del tope de su deuda, y a fines de octubre o noviembre vería extinguirse la capacidad de pago de sus obligaciones. De hecho en 63 días, cuando concluya oficialmente el año fiscal, se quedaría nominalmente sin fondos para seguir operando.
Recortes reales
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, ha dicho estar listo para discutir el techo de la deuda con la Casa Blanca y los líderes demócratas, pero ha subrayado que los republicanos no van a aceptar elevarlo “sin recortes reales en los gastos” de programas del gobierno, incluida la negativa a sufragar la ley de salud conocida como Obamacare.
Jacob J. Lew, secretario del Tesoro, advirtió el domingo en el programa de televisión de la NBC Meet The Press que el Congreso debe aumentar el límite de la deuda sin andar caminando por una “cuerda floja” porque el país no puede privarse de avanzar hacia la prosperidad.
Hace justamente dos años, EE.UU. se vio envuelto en una controversia similar luego de meses de infructuosas discusiones entre Obama y el Congreso que trajeron como resultado que la agencia Standard & Poor’s por primera vez privara al país de su máxima calificación de crédito de AAA a AA+.
Los republicanos de la mayoría en la Cámara de Representantes por su parte, dicen que primero el gobierno del presidente Obama debe hacer recortes reales en el gasto público.
La discusión se parece mucho a la que en 2011 terminó con la degradación de la nota de la deuda de Estados Unidos por parte de la agencia calificadora de crédito Standard & Poor’s.
El presupuesto
El tope de la deuda es una de las grandes decisiones fiscales que encaran la Casa Blanca y el Congreso cuando los legisladores retornen a Washington tras el receso veraniego en septiembre próximo.
Demócratas y republicanos aún no han logrado ponerse de acuerdo en cuál será el presupuesto para el año fiscal entrante, que comienza el 1º de octubre, ni en cómo dar solución a los drásticos recortes presupuestarios de $85 mil millones de dólares adoptados el 1º de marzo pasado cuando tampoco lograron conciliar sus puntos de vista.
Según el Centro de Política Bipartidista, el gobierno federal está funcionando en la actualidad al límite de los $16 billones de dólares del tope de su deuda, y a fines de octubre o noviembre vería extinguirse la capacidad de pago de sus obligaciones. De hecho en 63 días, cuando concluya oficialmente el año fiscal, se quedaría nominalmente sin fondos para seguir operando.
Recortes reales
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, ha dicho estar listo para discutir el techo de la deuda con la Casa Blanca y los líderes demócratas, pero ha subrayado que los republicanos no van a aceptar elevarlo “sin recortes reales en los gastos” de programas del gobierno, incluida la negativa a sufragar la ley de salud conocida como Obamacare.
Jacob J. Lew, secretario del Tesoro, advirtió el domingo en el programa de televisión de la NBC Meet The Press que el Congreso debe aumentar el límite de la deuda sin andar caminando por una “cuerda floja” porque el país no puede privarse de avanzar hacia la prosperidad.
Hace justamente dos años, EE.UU. se vio envuelto en una controversia similar luego de meses de infructuosas discusiones entre Obama y el Congreso que trajeron como resultado que la agencia Standard & Poor’s por primera vez privara al país de su máxima calificación de crédito de AAA a AA+.