El presidente firmó una orden ejecutiva para crear cuentas de retiro en busca de ayudar a millones de estadounidenses a empezar a ahorrar para su jubilación.
Alrededor de la mitad de los trabajadores fijos y las tres cuartas partes de los que laboran a tiempo parcial en EE.UU. carecen de planes de retiro patrocinados por sus empleadores como los llamados 401 (K), y el presidente Barack Obama dijo que quiere asegurarles a todos los estadounidenses una mejor jubilación.
En su discurso sobre el Estado de la Unión el martes, Obama anunció que haría uso de su autoridad ejecutiva para que el Departamento del Tesoro estableciera lo que denominó “myRA”, una cuenta de retiro segura y simple que ayudará a millones de estadounidenses a empezar a ahorrar para su jubilación. Y al día siguiente firmó la orden presidencial.
Según la Casa Blanca, la crisis financiera deshizo las esperanzas de retiro de muchas familias al liquidar más de $12 billones de dólares de la riqueza de los hogares estadounidenses, y mientras los mercados se han ido recuperando del golpe, los hogares solo han podido reponer el 45 por ciento de lo que poseían antes de la recesión.
Se señala que en materia de seguridad para la jubilación las mujeres siguen estando menos preparadas que los hombres e integran el 63 por ciento de los adultos de la tercera edad que viven por debajo del nivel oficial de pobreza.
Las “myRA” creadas por Obama serían ofrecidas a través de cuentas familiares tipo Roth IRA (de retiro) y quienes ahorren en ellas se beneficiarán porque su dinero contará con protección del gobierno de la misma manera que se hace con los bonos del Tesoro, o sea, que nunca verán reducirse su valor.
La inversión inicial en tales cuentas podría ser tan poco como $25 dólares y las contribuciones tan bajas como $5 dólares, que podrían ser deducidas automáticamente de los salarios. Cuando una persona cambia de empleo podrá transferir en cualquier momento el balance a una cuenta de retiro del sector privado.
De acuerdo con la Casa Blanca, en tales cuentas los beneficiarios ganarán intereses en base a la misma tasa variable adoptada para el fondo de inversiones al que tienen derecho los empleados federales, o Thrift Savings Plan (TSP).
Esta oportunidad de ahorro estaría al alcance de millones de estadounidenses con ingresos familiares entre bajos y medios que sumen hasta $191 mil dólares al año, y las cuentas serían ofrecidas mediante un programa piloto inicial a trabajadores de empleadores que decidan participar en el plan para fines de este año.
Las cuentas tendrán un bajo costo o ninguno para los empleadores puesto que no tendrán que administrarlas ni hacer contribuciones. Los participantes podrían ahorrar hasta $15 mil dólares, o por un máximo de 30 años, antes de transferir los balances a cuentas Roth IRA en el sector privado.
Para alrededor de la mitad de los trabajadores que no disponen actualmente de planes de retiro 401 (K), el presidente propondrá también establecer inscripciones automáticas en cuentas IRA (o auto-IRA).
A los empleadores que no patrocinan ningún plan de ahorro para sus trabajadores se les exigirá asociarlos a un plan de deducción salarial para una cuenta IRA.
La Casa Blanca indicó que las auto-IRA expandirán los beneficios tributarios para los ahorros de jubilación de millones de estadounidenses de clase media, y recordó que los actuales subsidios impositivos por jubilación benefician desproporcionadamente a los hogares de más altos ingresos.
En su discurso sobre el Estado de la Unión el martes, Obama anunció que haría uso de su autoridad ejecutiva para que el Departamento del Tesoro estableciera lo que denominó “myRA”, una cuenta de retiro segura y simple que ayudará a millones de estadounidenses a empezar a ahorrar para su jubilación. Y al día siguiente firmó la orden presidencial.
Según la Casa Blanca, la crisis financiera deshizo las esperanzas de retiro de muchas familias al liquidar más de $12 billones de dólares de la riqueza de los hogares estadounidenses, y mientras los mercados se han ido recuperando del golpe, los hogares solo han podido reponer el 45 por ciento de lo que poseían antes de la recesión.
Se señala que en materia de seguridad para la jubilación las mujeres siguen estando menos preparadas que los hombres e integran el 63 por ciento de los adultos de la tercera edad que viven por debajo del nivel oficial de pobreza.
Las “myRA” creadas por Obama serían ofrecidas a través de cuentas familiares tipo Roth IRA (de retiro) y quienes ahorren en ellas se beneficiarán porque su dinero contará con protección del gobierno de la misma manera que se hace con los bonos del Tesoro, o sea, que nunca verán reducirse su valor.
La inversión inicial en tales cuentas podría ser tan poco como $25 dólares y las contribuciones tan bajas como $5 dólares, que podrían ser deducidas automáticamente de los salarios. Cuando una persona cambia de empleo podrá transferir en cualquier momento el balance a una cuenta de retiro del sector privado.
De acuerdo con la Casa Blanca, en tales cuentas los beneficiarios ganarán intereses en base a la misma tasa variable adoptada para el fondo de inversiones al que tienen derecho los empleados federales, o Thrift Savings Plan (TSP).
Esta oportunidad de ahorro estaría al alcance de millones de estadounidenses con ingresos familiares entre bajos y medios que sumen hasta $191 mil dólares al año, y las cuentas serían ofrecidas mediante un programa piloto inicial a trabajadores de empleadores que decidan participar en el plan para fines de este año.
Las cuentas tendrán un bajo costo o ninguno para los empleadores puesto que no tendrán que administrarlas ni hacer contribuciones. Los participantes podrían ahorrar hasta $15 mil dólares, o por un máximo de 30 años, antes de transferir los balances a cuentas Roth IRA en el sector privado.
Para alrededor de la mitad de los trabajadores que no disponen actualmente de planes de retiro 401 (K), el presidente propondrá también establecer inscripciones automáticas en cuentas IRA (o auto-IRA).
A los empleadores que no patrocinan ningún plan de ahorro para sus trabajadores se les exigirá asociarlos a un plan de deducción salarial para una cuenta IRA.
La Casa Blanca indicó que las auto-IRA expandirán los beneficios tributarios para los ahorros de jubilación de millones de estadounidenses de clase media, y recordó que los actuales subsidios impositivos por jubilación benefician desproporcionadamente a los hogares de más altos ingresos.