El aspirante republicano a la Casa Blanca hizo declaraciones en Israel que las autoridades palestinas califican de racistas.
El virtual candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Mitt Romney, dijo de visita en Israel que la cultura de los judíos le ha permitido a esa nación tener más éxito económico que los palestinos, cuyos líderes reaccionaron con indignación tras las declaraciones.
Romney, que realiza una gira internacional iniciada por el Reino Unido y que lo llevará también a Polonia, se reunió en Jerusalén con más de tres docenas de adinerados contribuyentes en un desayuno para recaudar fondos.
El político republicano dijo que cuando uno ve el producto interno per cápita “en Israel que es de casi 21.000 dólares, y lo compara con el de las zonas administradas por la Autoridad Palestina, que es más parecido a 10.000 dólares, uno observa una diferencia drásticamente marcada en la vitalidad económica".
Sus palabras fueron duramente rechazadas por un importante consejero del presidente palestino Mahmud Abbas, quien dijo que se trata de una "declaración racista” y puntualizó que Romney “no se da cuenta de que la economía palestina no puede alcanzar su potencial debido a que existe una ocupación israelí".
Saeb Erekat señaló que el candidato estadounidense no sabe de lo que dice y subrayó que no había escuchado nunca a un funcionario ni siquiera de Israel hablar de la “superioridad cultural” de los judíos.
Romney dijo a su audencia haber leído libros y contar además con su propia experiencia en el mundo de los negocios para entender las diferencias entre judíos y palestinos.
Tanto el FMI como el Banco Mundial han admitido que la economía palestina no estará en condiciones de crecer hasta que Israel levante las restricciones que ha impuesto en los territorios que capturó en la guerra de 1967.
De acuerdo con el Banco Mundial, Israel tuvo el año pasado un producto interno bruto per cápita equivalente a unos $31.000 dólares, mientras que en los territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza ese índice apenas superó los $1.500 dólares.
Romney, que realiza una gira internacional iniciada por el Reino Unido y que lo llevará también a Polonia, se reunió en Jerusalén con más de tres docenas de adinerados contribuyentes en un desayuno para recaudar fondos.
El político republicano dijo que cuando uno ve el producto interno per cápita “en Israel que es de casi 21.000 dólares, y lo compara con el de las zonas administradas por la Autoridad Palestina, que es más parecido a 10.000 dólares, uno observa una diferencia drásticamente marcada en la vitalidad económica".
Sus palabras fueron duramente rechazadas por un importante consejero del presidente palestino Mahmud Abbas, quien dijo que se trata de una "declaración racista” y puntualizó que Romney “no se da cuenta de que la economía palestina no puede alcanzar su potencial debido a que existe una ocupación israelí".
Saeb Erekat señaló que el candidato estadounidense no sabe de lo que dice y subrayó que no había escuchado nunca a un funcionario ni siquiera de Israel hablar de la “superioridad cultural” de los judíos.
Romney dijo a su audencia haber leído libros y contar además con su propia experiencia en el mundo de los negocios para entender las diferencias entre judíos y palestinos.
Tanto el FMI como el Banco Mundial han admitido que la economía palestina no estará en condiciones de crecer hasta que Israel levante las restricciones que ha impuesto en los territorios que capturó en la guerra de 1967.
De acuerdo con el Banco Mundial, Israel tuvo el año pasado un producto interno bruto per cápita equivalente a unos $31.000 dólares, mientras que en los territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza ese índice apenas superó los $1.500 dólares.