El Comité de Inteligencia del Senado trabaja en un proyecto de ley para restringir o poner fin a la vigilancia a gran escala que hace la NSA de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
Senadores estadounidenses republicanos y demócratas están proponiendo modificar la manera en que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) obtiene información y lleva a cabo sus labores antiterroristas y contra otras amenazas al país.
Algunos legisladores quieren limitar o poner fin a la recopilación a gran escala de información sobre llamadas telefónicas y correos electrónicos, aunque según el director de la NSA, el reciente ataque terrorista en un centro comercial en Nairobi es una clara razón para seguir haciéndolo.
Durante un seminario en Washington, el general Keith Alexander, dijo que la agencia necesita los recursos de los que se vale actualmente para prevenir ataques en EE.UU como el de la semana pasada en un centro comercial de la capital de Kenia.
Desde que el excontratista de la NSA Edward Snowden reveló que la agencia había estado espiando llamadas telefónicas y correos electrónicos de estadounidenses y de personas en otros países ha habido reacciones adversas tanto en EE.UU. como en el extranjero.
Miembros del Comité de Inteligencia del Senado están trabajando en un proyecto de ley que eliminaría tales prácticas o al menos les pondría coto. “Gobiernos extranjeros y sus ciudadanos están viendo comprometida su confianza en el gobierno (de EE.UU.) Esto no es un pequeño desliz”, dijo el senador demócrata Ron Wyden.
Por esa razón, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, canceló una prevista visita a la Casa Blanca, y ante la Asamblea General de Naciones Unidas criticó a EE.UU. “La seguridad de un ciudadano en un país no debe ser garantizada violando los derechos civiles y humanos fundamentales de ciudadanos de otro país”, dijo.
Según el general Alexander, muchos estadounidenses opuestos a esas labores de espionaje han sido desorientados por reportes de prensa incorrectos. La legisladora Dianne Feinstein, presidenta del comité senatorial, favorece la opción de restringir la vigilancia de llamadas y mensajes electrónicos.
Algunos legisladores quieren limitar o poner fin a la recopilación a gran escala de información sobre llamadas telefónicas y correos electrónicos, aunque según el director de la NSA, el reciente ataque terrorista en un centro comercial en Nairobi es una clara razón para seguir haciéndolo.
Durante un seminario en Washington, el general Keith Alexander, dijo que la agencia necesita los recursos de los que se vale actualmente para prevenir ataques en EE.UU como el de la semana pasada en un centro comercial de la capital de Kenia.
Desde que el excontratista de la NSA Edward Snowden reveló que la agencia había estado espiando llamadas telefónicas y correos electrónicos de estadounidenses y de personas en otros países ha habido reacciones adversas tanto en EE.UU. como en el extranjero.
Miembros del Comité de Inteligencia del Senado están trabajando en un proyecto de ley que eliminaría tales prácticas o al menos les pondría coto. “Gobiernos extranjeros y sus ciudadanos están viendo comprometida su confianza en el gobierno (de EE.UU.) Esto no es un pequeño desliz”, dijo el senador demócrata Ron Wyden.
Por esa razón, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, canceló una prevista visita a la Casa Blanca, y ante la Asamblea General de Naciones Unidas criticó a EE.UU. “La seguridad de un ciudadano en un país no debe ser garantizada violando los derechos civiles y humanos fundamentales de ciudadanos de otro país”, dijo.
Según el general Alexander, muchos estadounidenses opuestos a esas labores de espionaje han sido desorientados por reportes de prensa incorrectos. La legisladora Dianne Feinstein, presidenta del comité senatorial, favorece la opción de restringir la vigilancia de llamadas y mensajes electrónicos.