El presidente de EE.UU. recorrió la prisión en la isla de Robben, a donde enviaban y aislaban a prisioneros durante la época del apartheid. Mandela estuvo encarcelado ahí 18 de los 27 años que pasó tras las rejas.
De visita en Sudáfrica, el presidente de EE.UU., Barack Obama, instó este sábado a los líderes africanos y de todo el mundo a seguir el ejemplo de Nelson Mandela, que según dijo puso por delante de sus intereses personales los de su país.
Obama, quien se reunió con dos hijas y ocho de los nietos del exmandatario y por respeto a la tranquilidad del enfermo no fue al hospital donde Mandela se encuentra ingresado desde hace tres semanas a causa de una grave infección pulmonar, dijo que el legendario líder sudafricano ha sido “una inspiración personal para mí y para el mundo”.
En una rueda de prensa ofrecida junto con el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, éste informó que Mandela, de 94 años, se mantiene en estado crítico aunque se espera que siga “mejorando y pueda salir del hospital”.
El presidente estadounidense habló luego a jóvenes líderes africanos durante un discurso que pronunció en el campus de la Universidad de Johannesburgo en el emblemático barrio negro de Soweto.
Después, tenía planeado un encuentro con la presidenta de la Unión Africana, la sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma, y en la noche asiste a una cena en su honor ofrecida por Zuma.
Obama llegó la víspera al país como parte de una gira que busca estrechar lazos económicos con el continente y que ya lo llevó a Senegal. Su última visita será a Tanzania tras partir el domingo de Ciudad del Cabo.
La gira no incluye el país natal del padre de Obama, Kenia, en razón a que la Corte Penal Internacional acusa al presidente keniano, Uhuru Kenyatta, de crímenes contra la humanidad atribuidos a sus seguidores tras las elecciones de 2007.
Obama, quien se reunió con dos hijas y ocho de los nietos del exmandatario y por respeto a la tranquilidad del enfermo no fue al hospital donde Mandela se encuentra ingresado desde hace tres semanas a causa de una grave infección pulmonar, dijo que el legendario líder sudafricano ha sido “una inspiración personal para mí y para el mundo”.
En una rueda de prensa ofrecida junto con el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, éste informó que Mandela, de 94 años, se mantiene en estado crítico aunque se espera que siga “mejorando y pueda salir del hospital”.
El presidente estadounidense habló luego a jóvenes líderes africanos durante un discurso que pronunció en el campus de la Universidad de Johannesburgo en el emblemático barrio negro de Soweto.
Después, tenía planeado un encuentro con la presidenta de la Unión Africana, la sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma, y en la noche asiste a una cena en su honor ofrecida por Zuma.
Obama llegó la víspera al país como parte de una gira que busca estrechar lazos económicos con el continente y que ya lo llevó a Senegal. Su última visita será a Tanzania tras partir el domingo de Ciudad del Cabo.
La gira no incluye el país natal del padre de Obama, Kenia, en razón a que la Corte Penal Internacional acusa al presidente keniano, Uhuru Kenyatta, de crímenes contra la humanidad atribuidos a sus seguidores tras las elecciones de 2007.