Con las miras puestas en el voto de los hispanos, las mujeres y los electores indecisos, la Convención Nacional Republicana sesiona a toda máquina en Tampa.
Con la Convención Nacional Republicana sesionando ya a toda máquina, este miércoles el recién nominado candidato a la presidencia Mitt Romney y sus correligionarios se están dando a la tarea de desbrozar políticamente el camino que queda por delante hasta las elecciones del 6 de noviembre en pos de la Casa Blanca.
El propio Romney se escapó momentáneamente del Tampa Bay Times Forum, donde sesiona la convención, para hablar a los veteranos de la Legión Americana reunidos en Indianápolis, mientras que el senador Marco Rubio, una de las principales voces hispanas del Partido, defendió las políticas republicanas este miércoles en el programa Good Morning America de la cadena ABC.
La esposa del candidato republicano, Ann Romney, que la víspera se lució sobre el podio presentando a su marido como el líder que necesita la nación, tomó parte esta mañana en un evento de campaña en Tampa junto a Janna Ryan, esposa del candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan.
Ann Romney y su hijo Craig, que habla perfectamente el español, concurrieron además a un evento de la Coalición Latina, el busca de respaldo del electorado hispano. "Es muy importante que la comunidad latina se dé cuenta de cuán importante es esta elección para ellos", dijo la esposa del candidato republicano.
El terreno le fue allanado a Romney el martes cuando en el pase de lista de los delegados de la Convención recibió 2.061 votos, muchos más de los 1.144 que necesitaba para ser proclamado oficialmente el candidato republicano a la presidencia.
Todos sus ex rivales de campaña durante los procesos de elecciones primarias y de asambleas partidistas (caucus) terminaron dándole su apoyo en la nominación, excepto el congresista por Texas Ron Paul.
Este miércoles, el lugar de honor del evento está reservado para Paul Ryan, de 42 años, quien debe pronunciar su discurso de aceptación de candidatura vicepresidencial, y cuya elección ha desatado gran entusiasmo entre las bases más conservadoras del Partido.
Seleccionado el pasado 11 de agosto por Romney para ser el segundo en la boleta republicana que le disputará la Casa Blanca al presidente Barack Obama en noviembre, Ryan es un católico conservador originario de Wisconsin con ideas radicales acerca de cómo reducir el déficit y restringir el gasto gubernamental.
Ryan, quien preside el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, fue criticado este miércoles por el equipo de la campaña demócrata mediante la difusión de un video en blanco y negro en el que se le pinta como un defensor de políticas que no funcionarán porque son de una “época ya superada”.
Sus palabras ante la Convención servirán de presentación para ceder el escenario a Romney, quien tiene previsto pronunciar el jueves su discurso de aceptación como candidato, y en el que se espera que perfile aún más sus ideas contrapuestas a las del presidente Obama.
Los republicanos tienen esperanza de que la inclusión de Ryan como número dos en la boleta presidencial pueda conseguir para los republicanos el voto de los electores todavía indecisos, que podrían ser cruciales en los comicios de noviembre.
El propio Romney se escapó momentáneamente del Tampa Bay Times Forum, donde sesiona la convención, para hablar a los veteranos de la Legión Americana reunidos en Indianápolis, mientras que el senador Marco Rubio, una de las principales voces hispanas del Partido, defendió las políticas republicanas este miércoles en el programa Good Morning America de la cadena ABC.
La esposa del candidato republicano, Ann Romney, que la víspera se lució sobre el podio presentando a su marido como el líder que necesita la nación, tomó parte esta mañana en un evento de campaña en Tampa junto a Janna Ryan, esposa del candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan.
Ann Romney y su hijo Craig, que habla perfectamente el español, concurrieron además a un evento de la Coalición Latina, el busca de respaldo del electorado hispano. "Es muy importante que la comunidad latina se dé cuenta de cuán importante es esta elección para ellos", dijo la esposa del candidato republicano.
El terreno le fue allanado a Romney el martes cuando en el pase de lista de los delegados de la Convención recibió 2.061 votos, muchos más de los 1.144 que necesitaba para ser proclamado oficialmente el candidato republicano a la presidencia.
Todos sus ex rivales de campaña durante los procesos de elecciones primarias y de asambleas partidistas (caucus) terminaron dándole su apoyo en la nominación, excepto el congresista por Texas Ron Paul.
Este miércoles, el lugar de honor del evento está reservado para Paul Ryan, de 42 años, quien debe pronunciar su discurso de aceptación de candidatura vicepresidencial, y cuya elección ha desatado gran entusiasmo entre las bases más conservadoras del Partido.
Seleccionado el pasado 11 de agosto por Romney para ser el segundo en la boleta republicana que le disputará la Casa Blanca al presidente Barack Obama en noviembre, Ryan es un católico conservador originario de Wisconsin con ideas radicales acerca de cómo reducir el déficit y restringir el gasto gubernamental.
Ryan, quien preside el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, fue criticado este miércoles por el equipo de la campaña demócrata mediante la difusión de un video en blanco y negro en el que se le pinta como un defensor de políticas que no funcionarán porque son de una “época ya superada”.
Sus palabras ante la Convención servirán de presentación para ceder el escenario a Romney, quien tiene previsto pronunciar el jueves su discurso de aceptación como candidato, y en el que se espera que perfile aún más sus ideas contrapuestas a las del presidente Obama.
Los republicanos tienen esperanza de que la inclusión de Ryan como número dos en la boleta presidencial pueda conseguir para los republicanos el voto de los electores todavía indecisos, que podrían ser cruciales en los comicios de noviembre.