Se trata de una mujer negra de 52 años, Kimberly McCarthy, que en 1997 asesinó brutalmente a una anciana en Dallas.
Kimberly McCarthy, una mujer negra de 52 años, se convirtió este miércoles en el reo número 500 que ejecuta el estado de Texas.
McCarthy fue pronunciada muerta a las 6:37 pm (hora de Texas) 20 minutos después de aplicársele una inyección letal en la vieja prisión de Walls Unit, en la ciudad de Huntsville, por el brutal asesinato de una anciana durante un robo en Dallas en 1997.
La ejecución marca un número récord en comparación con otros estados del país desde que la Corte Suprema reinstauró en 1976 la aplicación de la pena capital en EE.UU. Son en total 32 los estados donde morir a manos de la justicia es legal.
Más de la tercera parte de las ejecuciones que se llevaron a cabo en EE.UU desde entonces (más de mil 300), casi el 40 por ciento tuvieron lugar en Texas.
En los corredores de la muerte del estado aún aguardan por la hora final 282 convictos de asesinato. En todo el país los sentenciados a muerte suman 3 mil 125.
McCarthy es el reo número 17 al que se le aplica la pena capital en lo que va de año en Texas. Horas antes de su muerte, varias decenas de oponentes a la pena de muerte se manifestaron frente a la prisión.
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés), cuesta más consumar la sentencia a muerte de un recluso ($3 millones de dólares) que mantenerlo de por vida en la cárcel ($1 millón).
McCarthy fue pronunciada muerta a las 6:37 pm (hora de Texas) 20 minutos después de aplicársele una inyección letal en la vieja prisión de Walls Unit, en la ciudad de Huntsville, por el brutal asesinato de una anciana durante un robo en Dallas en 1997.
La ejecución marca un número récord en comparación con otros estados del país desde que la Corte Suprema reinstauró en 1976 la aplicación de la pena capital en EE.UU. Son en total 32 los estados donde morir a manos de la justicia es legal.
Más de la tercera parte de las ejecuciones que se llevaron a cabo en EE.UU desde entonces (más de mil 300), casi el 40 por ciento tuvieron lugar en Texas.
En los corredores de la muerte del estado aún aguardan por la hora final 282 convictos de asesinato. En todo el país los sentenciados a muerte suman 3 mil 125.
McCarthy es el reo número 17 al que se le aplica la pena capital en lo que va de año en Texas. Horas antes de su muerte, varias decenas de oponentes a la pena de muerte se manifestaron frente a la prisión.
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés), cuesta más consumar la sentencia a muerte de un recluso ($3 millones de dólares) que mantenerlo de por vida en la cárcel ($1 millón).