Los jóvenes que terminan estudios universitarios ven finalmente un respiro, aunque la brecha entre lo que ganan los graduados de ciencias sociales y los ingenieros es grande.
El mercado laboral de Estados Unidos no se ha recuperado con la rapidez esperada ni en la medida suficiente, pero a diferencia de años anteriores los jóvenes recién graduados de universidades que encuentran empleo en sus profesiones tienen ahora una ventaja que con la crisis económica se había desvanecido, la de empezar a trabajar con salarios más altos.
De acuerdo con una reciente encuesta hecha por la Asociación Nacional de Colegios (universitarios) y Empleadores (ANCE) , el salario promedio inicial recibido por los profesionales titulados en el 2012 se situó en el orden de los $44 mil 455 dólares anuales, tres y medio por ciento más que el año anterior, el mayor incremento que se registra desde 2008.
Por supuesto, algunos dieron el salto de la aulas a oficinas, institutos, corporaciones o laboratorios con mayor remuneración que otros, en dependencia de sus diferentes especialidades, y los salarios fluctúan de un monto de $36 mil 988 dólares para los graduados de Humanidades hasta los $61 mil 913 para los que ostentan un diploma en ingeniería.
Después de los ingenieros, los más favorecidos son los licenciados en ciencias de computación, que ha empezado a dar sus primeros pasos como profesionales con un salario promedio de $59 mil 221 dólares, según la ANCE.
Con todo, el estudio revela que la mayor cantidad de nuevos graduados contratados en su especialidad fueron los que de una manera u otra tienen que ver con ramas de la educación (444 mil 500), que fueron también los que vieron crecer en mayor proporción sus primeros salarios ($40 mil 668 como promedio), con un aumento de 5,4 por ciento respecto al 2011.
En segundo lugar por número de contrataciones figuran los egresados de carreras relacionadas con servicios técnicos, profesionales y científicos, que incluyen especialidades como contabilidad, arquitectura, ingeniería y empleos de computación. En tercer y cuarto lugar quedaron, respectivamente, los titulados en las ramas de la salud y sectores del gobierno.
Con todo, a pesar de los alentadores incrementos salariales, el mercado laboral incluso para los graduados universitarios sigue siendo deficitario, y un estudio adicional llevado a cabo con egresados de la enseñanza superior en 2012 indicó que menos de 30 por ciento recibieron ofertas de empleo antes de la graduación.
A modo de comparación, en Japón, según cifras difundidas esta semana por el gobierno, un estimado del 75 por ciento de los estudiantes universitarios del último curso, que se gradúan en marzo entrante, ya cuentan con propuestas de trabajo desde el pasado 1ro. de diciembre.
Según estadísticas del Departamento de Trabajo, la tasa de desempleo de los titulados universitarios con 24 años de edad o menos fue de 7,7 por ciento en 2012, casi el doble de la de los graduados con mayor edad, y superior en más de dos puntos porcentuales a la de antes del comienzo de la recesión.
De acuerdo con una reciente encuesta hecha por la Asociación Nacional de Colegios (universitarios) y Empleadores (ANCE) , el salario promedio inicial recibido por los profesionales titulados en el 2012 se situó en el orden de los $44 mil 455 dólares anuales, tres y medio por ciento más que el año anterior, el mayor incremento que se registra desde 2008.
Por supuesto, algunos dieron el salto de la aulas a oficinas, institutos, corporaciones o laboratorios con mayor remuneración que otros, en dependencia de sus diferentes especialidades, y los salarios fluctúan de un monto de $36 mil 988 dólares para los graduados de Humanidades hasta los $61 mil 913 para los que ostentan un diploma en ingeniería.
Después de los ingenieros, los más favorecidos son los licenciados en ciencias de computación, que ha empezado a dar sus primeros pasos como profesionales con un salario promedio de $59 mil 221 dólares, según la ANCE.
Con todo, el estudio revela que la mayor cantidad de nuevos graduados contratados en su especialidad fueron los que de una manera u otra tienen que ver con ramas de la educación (444 mil 500), que fueron también los que vieron crecer en mayor proporción sus primeros salarios ($40 mil 668 como promedio), con un aumento de 5,4 por ciento respecto al 2011.
En segundo lugar por número de contrataciones figuran los egresados de carreras relacionadas con servicios técnicos, profesionales y científicos, que incluyen especialidades como contabilidad, arquitectura, ingeniería y empleos de computación. En tercer y cuarto lugar quedaron, respectivamente, los titulados en las ramas de la salud y sectores del gobierno.
Con todo, a pesar de los alentadores incrementos salariales, el mercado laboral incluso para los graduados universitarios sigue siendo deficitario, y un estudio adicional llevado a cabo con egresados de la enseñanza superior en 2012 indicó que menos de 30 por ciento recibieron ofertas de empleo antes de la graduación.
A modo de comparación, en Japón, según cifras difundidas esta semana por el gobierno, un estimado del 75 por ciento de los estudiantes universitarios del último curso, que se gradúan en marzo entrante, ya cuentan con propuestas de trabajo desde el pasado 1ro. de diciembre.
Según estadísticas del Departamento de Trabajo, la tasa de desempleo de los titulados universitarios con 24 años de edad o menos fue de 7,7 por ciento en 2012, casi el doble de la de los graduados con mayor edad, y superior en más de dos puntos porcentuales a la de antes del comienzo de la recesión.