La ruptura ocurre luego de que el Departamento de Estado apoyó declaraciones de su próxima embajadora en ONU, Samantha Power, quien aludió a la represión en Venezuela.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro decidió suspender el diálogo entre Caracas y Washington como resultado de un nuevo exabrupto entre los dos países.
El hecho ocurre después de que la nominada embajadora de EE.UU. en ONU, Samantha Power aludió a la represión de que es víctima la oposición en países como Venezuela.
La ruptura del proceso de acercamiento anunciada por Venezuela se produjo esta madrugada mediante un comunicado que señala que el apoyo público dado a la diplomática por el Departamento de Estado es parte de una “agenda injerencista”.
En consecuencia, apunta, "la República Bolivariana de Venezuela da por terminados los procesos iniciados en las conversaciones de Guatemala" entre el secretario de Estado, John Kerry, y el canciller venezolano, Elías Jaua.
Las declaraciones de Power hechas ante una audiencia en el Senado de que iba a "responder a la represión a la sociedad civil que se está produciendo en países como Cuba, Irán, Rusia y Venezuela" fueron rechazadas airadamente por el presidente de Venezuela.
El mandatario Nicolás Maduro calificó los pronunciamientos de la embajadora de “destemplados” y pidió a Washington una rectificación. En lugar de ello el Departamento de Estado replicó que Power era una “candidata sobresaliente” y le extendió su total respaldo.
La cancillería venezolana expresó en su comunicado que "la República Bolivariana de Venezuela jamás aceptará injerencias de ningún tipo en sus asuntos internos" y señaló que la postura de EE.UU. contradice "el tono y el contenido de lo expresado" por Kerry en el encuentro que sostuvo con Jaua en Guatemala en junio pasado.
El hecho ocurre después de que la nominada embajadora de EE.UU. en ONU, Samantha Power aludió a la represión de que es víctima la oposición en países como Venezuela.
La ruptura del proceso de acercamiento anunciada por Venezuela se produjo esta madrugada mediante un comunicado que señala que el apoyo público dado a la diplomática por el Departamento de Estado es parte de una “agenda injerencista”.
En consecuencia, apunta, "la República Bolivariana de Venezuela da por terminados los procesos iniciados en las conversaciones de Guatemala" entre el secretario de Estado, John Kerry, y el canciller venezolano, Elías Jaua.
Las declaraciones de Power hechas ante una audiencia en el Senado de que iba a "responder a la represión a la sociedad civil que se está produciendo en países como Cuba, Irán, Rusia y Venezuela" fueron rechazadas airadamente por el presidente de Venezuela.
El mandatario Nicolás Maduro calificó los pronunciamientos de la embajadora de “destemplados” y pidió a Washington una rectificación. En lugar de ello el Departamento de Estado replicó que Power era una “candidata sobresaliente” y le extendió su total respaldo.
La cancillería venezolana expresó en su comunicado que "la República Bolivariana de Venezuela jamás aceptará injerencias de ningún tipo en sus asuntos internos" y señaló que la postura de EE.UU. contradice "el tono y el contenido de lo expresado" por Kerry en el encuentro que sostuvo con Jaua en Guatemala en junio pasado.