La incógnita EE.UU. - Venezuela

Nicolás Maduro ha mantenido la retórica contra Washington pero muchos creen que sin Chávez Venezuela no será igual.

La pregunta es obligada luego de la desaparición de Hugo Chávez del escenario político venezolano: ¿mejorarán las relaciones Washington-Caracas?
Durante los 14 años que estuvo en el poder, el presidente Hugo Chávez hizo de su enemistad con Estados Unidos el principal estandarte de su política exterior latinoamericana, y luego de su muerte muchos se preguntan cómo quedarán las relaciones Washington-Caracas.

Fue Chávez quien utilizó su influencia regional aliado a otros gobiernos de izquierda para malograr el pacto comercial que Washington trató de impulsar en el área, el ALCA, y en su lugar fundó la denominada Alianza de los Pueblos Bolivarianos de Nuestra América (ALBA).

Luego torpedeó la Organización de Estados Americanos (OEA) para dar paso primero a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), y luego a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con la sola intención de crear un foro de magnitud hemisférica del que estuviera ausente EE.UU.

Desde diciembre de 2010, cuando Chávez rechazó el nombramiento de Larry Palmer como nuevo embajador en Caracas y en respuesta EE.UU. revocó la visa al jefe de la legación venezolana en Washington, Bernardo Álvarez, ambos países han estado sin embajadores.

En la Cumbre de las Américas en abril del año pasado en Cartagena (Colombia), el presidente Barack Obama trató de recomponer las relaciones con América Latina, pero Venezuela y sus aliados en la región lo malograron al insistir en la participación de Cuba en el foro.

Aunque horas antes de anunciar la muerte de Chávez, su sucesor Nicolás Maduro, mantuvo la retórica “antiimperialista” expulsando a dos agregados militares estadounidenses, muchos analistas creen que aun imponiéndose Maduro en las elecciones, Venezuela sin Chávez no será igual.

Habrá que ver qué hace el presidente Obama, quien hace sólo cuatro meses subrayó que la política exterior de EE.UU. en lo adelante se enfocará principalmente en reforzar los lazos económicos con la zona Asia-Pacífico y consolidar el papel de Washington en esa región.

Con todo, la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, dijo esta semana al diario español El País que EE.UU. espera tener una relación “funcional, productiva y positiva” con el gobierno que resulte ganador en los comicios del 14 de abril en Venezuela.