Senadores presionan a Egipto para terminar crisis

Durante la conferencia de prensa en El Cairo, los senadores McCain y Graham, reclamaron liberar a los líderes islámicos encarcelados e iniciar un díalogo.

Los senadores republicanos Lindsay Graham y John McCain criticaron el derrocamiento de Morsi. McCain lo definió como un "golpe de Estado".
Los senadores de Estados Unidos, John McCain y Lindsey Graham instaron al gobierno interino de Egipto a liberar a los líderes islámicos que están encarcelados, con la finalidad de facilitar un diálogo destinado a resolver la crisis política del país.

El 'status quo' no es aceptable

El 'status quo'
no es aceptable


El senador republicano John McCain pidió un diálogo nacional que incluya a todas las partes que renuncien a la violencia.

“Les hemos urgido muy firmemente a que establezcan un calendario para realizar las enmiendas a la Constitución, y elecciones parlamentarias seguidas de elecciones presidenciales”, añadió McCain, quien por primera vez se refirió a la salida de Morsi como un golpe de estado.

“La gente que está en el gobierno no fue elegida, los que fueron electos ahora están en la cárcel. El status quo no es aceptable. Las cosas pueden mejorar lentamente, se pueden liberar prisioneros, o se puede deterior rápidamente, y entonces va a haber muertos”, dijo.

McCain también reconoció que el diálogo y la reconciliación son necesarios, “pero las partes deben parar la violencia”, haciendo énfasis que la Hermandad Musulmana debe hacer su parte.

“Ellos deben comprender que los millones de egipcios que salieron a protestar a la calle (contra el gobierno del expresidente Morsi) estaban molestos por la forma en que el país estaba siendo gobernado. Lo que estaban obteniendo no era lo que les prometieron” durante la campaña electoral, justificó Graham.
La visita de los senadores republicanos a El Cairo se llevó a cabo con el objetivo de reunirse con los líderes interinos del país, incluyendo el presidente Adly Mansour, el vicepresidente Mohamed Elbaradei y el ministro de Defensa Andel Fattah al-Sisi.

En la rueda de prensa posteriores, realizada en la embajada estadounidense en El Cairo, el senador Graham dijo que cree que es "imposible" que el gobierno egipcio pueda mantener un diálogo con quienes "están encarcelados", y agregó que si los líderes políticos detenidos han cometido crímenes, la justicia egipcia debe resolverlo en el futuro.

Por su parte, el senador McCain dijo que todas las partes en Egipto deberían entablar un diálogo sobre una transición política democrática, a condición de que renuncien a la violencia.

Los senadores republicanos también criticaron el derrocamiento de Morsi, y lo definieron como "golpe de Estado", en un distanciamiento de la posición del gobierno del presidente Barack Obama, que ha dicho que considera el incidente como parte de un proceso de "restaurar la democracia".

Buenos amigos

"Estamos aquí para demostrarles que en los tiempos peores siempre somos amigos”, dijo Graham en la conferencia de prensa luego de las reuniones.

“Queremos subrayar lo importante que Egipto es para Estados Unidos y para el mundo, por lo que esperamos que las cosas se solucionen mediante el diálogo y la negociación”.

Graham agregó que es necesario un pronto regreso a la estabilidad. “Necesitamos progreso, necesitamos transición, la necesitamos pronto”, pero advirtió que es necesario que Egipto se mueva hacia la democracia.

Pierden el tiempo

Mientras tanto, la Hermandad Musulmana dijo que la reunión entre uno de sus principales líderes encarcelados y los enviados internacionales realizada el lunes 5 de agosto, fue breve y poco productiva.

El segundo al mando de la Hermandad Musulmana, Khairat el-Shater, quien se encuentra encarcelado, se reunió con el secretario de Estado Adjunto de Estados Unidos, William Burns, así como representantes europeos y diplomáticos árabes.

Un portavoz de la Hermandad Musulmana indicó que Shater dijo a los enviados internacionales que estaban perdiendo el tiempo y deberían hablar con Morsi.

Miles de simpatizantes de Morsi continúan acampados en el centro de El Cairo, demandando la reinstalación del gobierno islamista, mientras el nuevo gobierno amenaza dispersarlos a la fuerza.

Los dos senadores llegaron a la embajada de Estados Unidos en Egipto a pesar de las advertencias de viaje por las amenazas de ataques terroristas y una manifestación de unos mil simpatizantes de Morsi por las calles de El Cairo.

Los senadores viajaron a petición de la Casa Blanca, pero dijeron que pese a la cercanía con el presidente Obama, no le representan en este viaje.