Mubarak nombra vicepresidente

El viernes 17 estaciones de policía fueron incendiadas en la capital y la gente se apoderó de armas de fuego y municiones.

Al cabo de cinco días de protestas, las manifestaciones callejeras no cesan y la gente sigue desafiando el toque de queda.

El presidente egipcio Hosni Mubarak designó por primera vez en sus casi 30 años de gobierno un vicepresidente, su jefe de inteligencia y hombre de confianza Omar Suleiman, informó la televisión estatal, en un evidente primer paso hacia el nombramiento de un sucesor.

Luego de cinco días de protestas, el Cairo, la capital, ha quedado inmersa en el caos. Tanques y vehículos blindados circulan por la ciudad de 18 millones de habitantes para tratar de proteger los edificios gubernamentales, y las manifestaciones callejeras siguen desafiando el toquede queda, en vigor desde las 16:00 (hora local) hasta las 8:00 del domingo.

La televisión egipcia informó que el ejército había desplegado refuerzos en el Cairo en un esfuerzo por poner bajo control las revueltas. La víspera, 17 estaciones de policía fueron incendiadas en la capital, y la gente se apoderó de armas de fuego y municiones. También dieron fuego a docenas de vehículos policiales en Alejandría y Suez.

Este sábado, airados manifestantes sitiaron una estación policial en el barrio capitalino de Giza, vandalizaron numerosas instalaciones y quemaron banderas egipcias.

Según las autoridades, el número de muertos asciende al menos a 62, en tanto que unas 2.000 personas, incluyendo policías, han resultado heridas.

Mubarak, que había pedido por tv la renuncia de su gabinete y prometido una serie de reformas, en su primera respuesta a los manifestantes, tambien nombró como primer ministro al general y hasta ahora ministro de Aviación Civil, Ahmed Shafiq.

Sin embargo, muchos manifestantes estaban indignados por el mensaje de Mubarak por la televisión nacional, en el que también defendió la represión policial contra miles de inconformes.

"Aspiramos a más democracia, a más esfuerzos para combatir el desempleo y la pobreza, y a un combate más decidido a la corrupción", dijo Mubarak, con un semblante serio.

Mubarak consideró que las protestas antigubernamentales son "parte de un complot mayor para romper la estabilidad y destruir la legitimidad" del sistema político.

"No me abstendré de tomar decisión alguna para salvaguardar la seguridad de todos los egipcios", advirtió.

En declaraciones al canal de televisión Al Yazira, el dirigente de la oposición egipcia Mohamed el Baradei insistió en que Mubarak debe renunciar y calificó de simple "cambio de figuras" el nombramiento de dos generales como vicepresidente y primer ministro.

El Baradei se sumó a miles de manifestantes que protestaban contra el gobierno de Mubaki en las calles de Egipto. El laureado había regresado a su país un día antes ante la promesa de liderar el movimiento de oposición y un cambio de régimen.

Aclamación internacional

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, apeló a las autoridades egipcias a respetar los derechos de los ciudadanos y urgió a prestar atención a las demandas de reformas políticas y económicas.

“Estamos profundamente preocupados por el uso de la violencia por la policía egipcia y las fuerzas de seguridad contra los manifestantes, y hacemos un llamamiento al gobierno egipcio a hacer todo lo posible para contener las fuerzas de seguridad", dijo Clinton a periodistas en el Departamento de Estado. "Instamos a las autoridades egipcias a permitir las protestas pacíficas para revertir los pasos sin precedentes que ha tomado para cortar la comunicación", dijo.

La secretaria de Estado añadió además que las protestas subrayan que hay quejas que no van a desaparecer con el uso de la violencia represiva.

De acuerdo con los reportes de los corresponsales de los medios de prensa destacados en El Cairo, la policía visitó los hoteles, incluso los de 5 estrellas, para confiscar cámaras de los turistas que hayan tomado grabado imágenes de las manifestaciones.

Asimismo, confiscaron cámaras de los medios de prensa, como es el caso de la cadena CNN de Estados Unidos.

Mientras tanto, el gobierno mantiene bloquedo el servicio de internet ante la multitudinaria protesta para la que espera la llegada de miles de manifestantes, convocada para después de las oraciones –el viernes equivale al día de descanso– en la nación árabe más poblada del mundo.

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El Premio Nobel de la Paz, Mohamed El Baradei, participó de en las protestas tras presentarse como líder del movimiento de oposición, al que se suma el influyente grupo de los Hermanos Musulmanes, la gran fuerza islamista de Egipto.

“Me gustaría que no tuviéramos que ir a las calles para decir al régimen que tiene que cambiar. Tratamos con firmas, tratamos boicoteando las elecciones. Nada funcionó”, explicó El Baradei, quien lleva meses combatiendo las ideas del régimen desde el exterior.

Los principales proveedores de internet se enncontraban inhabilitados, limitando el principal medio de convocatoria entre los manifestantes.

“El gobierno tiene que ser cuidadoso sobre no restaurar la violencia y el pueblo en las calles tiene que tener cuidado sobre no restaurar la violencia”, aseguró el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El mandatario reiteró que las reformas políticas eran absolutamente necesarias para el bienestar a largo plazo, y recordó que Egipto es un muy importante aliado de Estados Unidos.

Convocatorias virtuales

Facebook ha sido el motor de las movilizaciones convocadas en Egipto tras el impulso del ejemplo de Túnez. Esta red social ya funcionó como correa de transmisión de los mensajes de la oposición en abril de 2008, cuando miles de egipcios se solidarizaron con los obreros del Delta del Nilo que protestaban contra los aumentos de precios, dando lugar al Movimiento del 6 de Abril.

El grupo se ha convertido en un foro de discusión y en el foco de muchas convocatorias a manifestaciones que ya ha apoyado a ElBaradei en otras ocasiones.

Poco a poco fue ganando aceptación en sectores pobres de la población, como el movimiento "Kafaya" (¡Basta Ya!) que organizó las primeras manifestaciones en diciembre de 2004, así como entre miembros de partidos opositores e incluso de la organización de los Hermanos Musulmanes.

Tras la rebelión popular que logró expulsar al presidente tunecino Zine El Abidine Ben Alí, el movimiento creció y llamó a la movilización a sus 86.000 miembros registrados en internet, desembocando en las protestas de los últimos días.

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