Podría haber un nuevo aspirante al título de animal más pesado que haya existido en la Tierra. La ballena azul actual ostenta ese título desde hace mucho tiempo, pero los científicos han descubierto en Perú un fósil gigante que podría desplazarla.
Los investigadores describieron la especie —llamada Perucetus colossus, o “ballena colosal peruana”— en la revista Nature publicada el miércoles. Cada vértebra pesa más de 100 kilos (220 libras) y las costillas miden 1,4 metros (5 pies) de largo.
“Es emocionante ver un animal tan gigantesco y distinto de todo lo que conocemos”, dijo Hans Thewissen, paleontólogo de la Universidad Médica del Noreste de Ohio, quien no participó de la investigación.
Los huesos fueron descubiertos hace más de una década por Mario Urbina, del Museo de Historia Natural de la Universidad de San Marcos, en Lima. Un equipo internacional tardó años en excavarlos de una ladera rocosa abrupta en el desierto de Ica, una región de Perú que en tiempos antiguos estaba cubierta por el agua y se la conoce por la abundancia de fósiles marinos. Se obtuvieron 13 vértebras, cuatro costillas y un hueso de la cadera.
Los enormes fósiles, de hace 39 millones de años, “son distintos de todo lo que yo haya visto”, dijo el autor del estudio, Alberto Collareta, paleontólogo de la Universidad de Pisa, en Italia.
Los científicos estudiaron la superficie de los huesos con escáneres 3D y los trepanaron para echar un vistazo al interior. Utilizaron el esqueleto incompleto para calcular las dimensiones y peso de la ballena, comparándola con mamíferos marinos modernos, dijo otro autor, Eli Amson, paleontólogo del Museo Estatal de Ciencias Naturales de Stuttgart, Alemania.
Calcularon que el gigante antiguo pesaba entre 85 y 430 toneladas. Las ballenas azules más grandes pesan alrededor de 180 toneladas.
El cuerpo tenía unos 20 metros (66 pies) de largo. Las ballenas azules pueden ser más largas: se ha medido algunas de 30 metros (100 pies).
Esto significa que la ballena descubierta recientemente era “posiblemente el animal más pesado de todos los tiempos”, dijo Collareta, pero “probablemente no era el más largo”.
Es más pesado que la ballena azul porque sus huesos son más densos y pesados, dijo Amson. La densidad de los huesos sugiere que pasaba tiempo en aguas costeras. Otros habitantes de las costas, como los manatíes, tienen huesos pesados que ayudan a mantenerlos cerca del lecho marino.
Faltando el cráneo, es difícil saber de qué se alimentaba la ballena para mantener semejante cuerpo, dijo Amson.
Posiblemente, P. colossus recogía alimentos en el lecho marino o consumía toneladas de krill y otras criaturas diminutas.
Pero “no me sorprendería si esta cosa se alimentara de una manera totalmente distinta que ni siquiera podemos imaginar”, acotó Thewissen.
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