A estas alturas creo que todos los lectores conocerán Lost, o Perdidos para España y Venezuela. Se trata de la popular serie de televisión producida por ABC en Estados Unidos y que, a lo largo de seis temporadas, ha acumulado alrededor de 15 millones de espectadores por episodio.
Sin entrar muy a fondo en la historia, la serie sigue la vida de los supervivientes de un accidente de avión que acaban en una isla desconocida del océano Pacífico. Con una fuerte dosis de misterio, los supervivientes descubren que hay una trama mucho más compleja detrás del accidente de avión.
La serie comenzó a emitirse en Estados Unidos en el 2004 y concluyó con el episodio número 121 el 23 de mayo de 2010, pero ha sido un final que ha impactado en todo el mundo. En España por ejemplo dos canales de televisión, FOX y Cuatro, se aliaron con ABC para emitir en directo el último episodio… a las 6 de la madrugada, en versión original y sin subtítulos en español en el caso de FOX. Y no sólo por televisión, sino que además algunas salas de cine decidieron abrir de madrugada para proyectar el episodio en directo.
El mismo caso se dio en otros países de América y Europa. Ni siquiera las largas distancias han impedido que todo el mundo pudiera ver en directo el final de una de las series de televisión más exitosas de todos los tiempos.
¿Pero a qué se debe semejante efecto global? Obviamente a internet.
Una simple búsqueda en Google dará con millones de páginas con toda la información existente de la serie. Pero ¡cuidado!, porque el principal reto para los “Losties”, como se les suele llamar a los fans de la serie, ha sido encontrar información sin dar con más datos de los que buscaban. Foros, chats, wikis (enciclopedias temáticas online administradas por los propios usuarios), webs de fans e incluso juegos en Flash creados por los Losties. El efecto de Lost en la web ha sido inminente, creando miles de comunidades con el objetivo de desvelar entre todos los misterios de la serie.
Aunque no sólo los fans han sabido usar la web. La propia ABC creó páginas falsas para promocionar la serie e incluso filtrar pistas a los intrépidos Losties, como fue el diario ficticio publicado en la web por uno de los supervivientes del avión. Otro ejemplo curioso es la página web oficial de la aerolínea (también ficticia) del avión que se estrelló, con pistas crípticas y secciones restringidas con contraseña para que sólo los que resolvieran el misterio pudieran acceder a ellas.
Además Lost fue una de las primeras series de televisión que se podían descargar por internet: primero fue el turno de iTunes de Apple y su tienda online de películas y series, pero más tarde ABC estrenó una página web en la que ver todos los episodios de la serie gratuitamente y en alta definición a cambio de unos pocos anuncios. El experimento fue todo un éxito y otras empresas como NBC y Hulu tomaron ideas.
De hecho en el año 2008 la empresa de informes de audiencia Nielsen ratings declaró Lost como la serie más vista en internet, ya sea a través de las webs oficiales o descargada por otros medios.
Con el alcance global que tiene la red no es de extrañar entonces que espectadores de todo el mundo quisieran ver en directo el último episodio, incluso cuando los capítulos inmediatamente anteriores aún no habían llegado legalmente a su país.