El papa Francisco advirtió el jueves a los obispos y líderes religiosos que participan en una histórica cumbre sobre la prevención de abusos sexuales en la Iglesia que los fieles católicos de todo el mundo exigen más que una simple condena de los delitos, piden acciones concretas para frenar el escándalo.
El pontífice inauguró la cumbre de cuatro días pidiendo ayuda para convertir "este mal en una oportunidad de comprensión y purificación".
"El pueblo santo de Dios está mirando y esperando, no por condenas simples y obvias, sino por medidas concretas y eficientes", expresó.
Hace unos días, el Vaticano anunció que Theodore McCarrick, el ex cardenal estadounidense acusado de abuso sexual, incluso contra niños, fue expulsado de las filas del clero en la Iglesia Católica Romana.
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El Papa convocó la cumbre tras haberse equivocado en un conocido caso de encubrimiento de abusos sexuales en Chile el año pasado. Al darse cuenta de su error, se comprometió a tomar un nuevo rumbo y está llevando al liderazgo de la institución por el mismo camino.
Más de 30 años después del estallido del escándalo en Irlanda y Australia, y a 20 años de que salpicase a Estados Unidos, obispos y líderes católicos de muchas partes de Europa, Latinoamérica, África y Asia niegan la existencia de abusos sexuales por parte del clero o minimizan el problema.