El Tió, el tronco catalán que reparte regalos por la parte de atrás

El "tió" es una de las tradiciones de Navidad más esperadas de los niños que residen en el noreste de España.

El Tió es una de las tradiciones navideñas más extendidas entre los más pequeños. Es de origen pagano y se celebra en el noreste de España.

BADALONA, ESPAÑA - Es 23 de diciembre y las pequeñas Paula y Ariadna, hermanas mellizas de 6 años, están muy ilusionadas. No sólo porque ya llega la Navidad, sino también porque el Tió está a punto de dejar sus regalos.

El Tió es un mágico tronco de encina que tiene una cara dibujada. Lleva un sombrero tradicional catalán llamado “barretina” y una manta lo cubre del frío. Se trata de una de las tradiciones navideñas más destacadas de la zona de Cataluña y Aragón, en el noreste España.

En Adviento, cuando se acerca la Navidad, familias como la de Paula y Ariadna van a buscar al Tió al bosque. Una vez lo encuentran, lo llevan a casa y lo alimentan a diario antes de que llegue Nochebuena, el 24 de diciembre.

“Nosotras le damos piel de mandarina, almendras y galletas”, dice Paula a la Voz de América con una sonrisa.

“Sí, se lo damos por las noches y por la mañana ya se lo ha comido”, añade Ariadna.

Las hermanas Paula y Ariadna preparan mandarina para alimentar a su "tió".

En Nochebuena y Navidad, los niños golpean al Tió con un palo y cantan un tradicional villancico en catalán:

Caga Tió – caga Tió
Avellanes i torrons – avellanas y turrón
no caguis arengades – no cagues arengues
que són massa salades – que son demasiado saladas
Caga torrons – caga turrones
Que són més bons – que son más buenos
Caga Tió – caga Tió
Avellanes i torró – avellanas y turrón
Si no vols cagar – si no quieres cagar
Et donaré un cop de bastó – te daré un golpe de bastón
Caga Tió

Entonces, el Tió “caga” todo lo que ha comido los días anteriores en forma de gominolas o regalos.

De acuerdo con la tradición, cuanto más se cuide al Tió, mejores regalos traerá.

“El año pasado cagó juegos, peluches, chocolate y golosinas”, dice Ariadna, mientras se pregunta intrigada qué dejará este año.

Paula y Ariadna posan junto su Tió y sus 'tionets'.

Pero las pequeñas, también tienen dos tions pequeñitos, llamados con el diminutivo de tionets.

Aunque no traen regalos, los tionets se encargan de hacer compañía al “tió” más grande. Además, las niñas cuentan que son bastante “traviesos”.

“Por las noches se mueven. Cuando nos despertamos no están debajo del árbol de Navidad, donde suelen estar. Se mueven de lugar” explica Paula, quien también dice que hace unos días, los “tionets” pusieron papel sanitario por todo el comedor.

Tions artesanales

Carmen Soto lleva más de 30 años creando “tiones” artesanales en su taller de Badalona, llamado “El tió bufó”. Aunque su principal fuente de negocio son los adornos de flores para novias, cuando se acercan las fechas navideñas empieza a fabricar y vender “tiones” de diferentes colores y tamaños. Anualmente puede llegar a comercializar alrededor de 1.200 de sus creaciones.

“El más grande mide dos metros”, explica Soto a la VOA. “Hay otros de 2 centímetros e incluso uno más pequeño” dice la artesana.

El Tió más vendido es el que mide 12x34cm.

Los “tions” que fabrica son de madera de encina reciclada. “Se guarda y después se corta a medida. Una vez llega aquí, se le hacen los agujeros para encajar las patas y se lija la cara".

"Se pinta, se cosen las barretinas y se deshila la manta”, añade Soto sobre el proceso de creación de los “tions”, que puede tardar alrededor de 1 hora o más, dependiendo del tamaño del 'tió'".

Y para adaptar esta tradición a los nuevos tiempos, en el taller también comercializa “la tiona”, una creación que lleva un lazo en la cabeza y tiene rasgos femeninos. Además, también hay un “tió” que lleva la bandera LGTIBQ+ y otro que lleva la del Barça.

La 'tiona' es una de la más demandada del taller.

Aunque la costumbre del “tió” está muy extendida, hace unos años no era tan conocida.

“La gente está viendo que es una tradición preciosa y divertida” dice la artestana, quien también explica que han enviado “tiones” a otros lugares de España e incluso a países como Estados Unidos. Asimismo, Soto que algunas los han comprado en Badalona y luego los han llevado a lugares como América Latina”.

El “tió” tiene su origen en una antigua tradición pagana. Originariamente se quemaba en Navidad y se esparcían las cenizas para protegerse de elementos como el mal tiempo y las malas cosechas.

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