Salvadoreños no perderán TPS ni cancelarán remesas

El gobiernos de los Estados Unidos liderado por su presidente Barack Obama, ha prometido trabajar de la mano con quien sea que gane las elecciones presidenciales en El Salvador.

El subsecretario Adjunto del departamento de Estado Thomas Shannon, se pronunció ante los rumores que difundían varios medios de comunicación en El Salvador, quienes aseguraban que si el candidato de la izquierda se alzaba con la victoria, Estados Unidos suspendería los permisos de trabajo y controlaría las remesas que envían los salvadoreños desde este país.

“Deseamos seguir nuestra muy positiva relación con El Salvador y trabajar con el nuevo gobierno electo. Respetaremos la decisión del pueblo salvadoreño”, dijo Shannon.

El candidato izquierdista Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), dijo que recibe con optimismo la declaración hecha por el gobierno estadounidense.

“Celebro la decisión ya que eso le regresa la confianza a los salvadoreños de que si yo llego a ser el siguiente presidente, no se romperán las relaciones con Estados Unidos ni tampoco se cancelará el TPS (programa temporal de residencia y trabajo) ni el envío de remesas”, dijo Funes.

Poca objetividad

La desequilibrada información que los medios salvadoreños han presentado también mantiene preocupados a los observadores internacionales de la UE y la OEA.

“Ha habido en la campaña un desequilibrio muy notorio entre los apoyos mediáticos e incluso del aparato del Estado a un candidato y con la crítica y ataque a otro”, dijo el español Luis Yáñez-Barnuevo, jefe de la misión de la Unión Europea (UE).

El misionero aclaró que el aparato del Estado, o “quien sea” que se inmiscuya en el proceso político de El Salvador, debe hacerlo con equilibrio.

“Si dicen algo a un partido, tienen que decírselo al otro, si sale la cuenta corriente de uno, tiene que salir también la del otro”, enfatizó Yáñez.

Arena gobierna desde 1989 y por primera vez los ex guerrilleros tienen posibilidades reales de ganar la presidencia desde que en 1992 abandonaron las armas y se incorporaron al proceso político electoral.

Rodrigo Ávila, de la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), y Funes, del FMLN, se disputarán el voto de más de 4,2 millones de salvadoreños convocados a esta elección que según la autoridad electoral, podrá definirse por un solo voto.