Un miembro del equipo jurídico de López Obrador reconoce que lo único que se puede investigar en lo que ocurre fuera de las casillas de votación.
Luego de que el candidato izquierdista Andrés López Obrador denunciara la compra de cinco millones de votos en las recientes elecciones de México, uno de los miembros de su equipo jurídico, Arturo Núñez Jiménez, aseguró que resulta imposible probar que se hayan comprado sufragios.
Núñez reconoció que las únicas irregularidades que se podrían investigar son aquéllas que ocurren fuera de las casillas de votación, como el robo de credenciales o el condicionamiento.
“Al amparo del voto secreto, demostrar que el voto es comprado es imposible”, dijo. “La probanza está fuera de la casilla. Dentro de la urna usted no puede decir: ‘Este voto es comprado y este voto es libre’. Eso, no’”.
Lo que sí podría denunciarse, según Núñez, es el caso de las tarjetas que supuestamente se habría repartido a cambio de los votos. Aparentemente se entregó dinero a los electores a través de cuentas del banco Mónex y de tarjetas de descuentos de las tiendas Soriana.
“La intención fue hacer esto y se hizo, y de alguna manera debió haber influido en un grupo de electores, aunque no se sepa de qué tamaño. Es un asunto cualitativo”, señaló el asesor.
Más de 70 mil personas se manifestaron este fin de semana en el Distrito Federal protestando contra el supuesto fraude. Y el movimiento de estudiantes Yo soy 132 aseguró que el proceso estaría viciado desde su origen.
López Obrador obtuvo el 31,6% de los votos en los comicios, lo que le dio la segunda mayoría según los resultados presentados por el Instituto Electoral. El candidato electo, Enrique Peña Nieto, quien tuvo el 38% de las preferencias, ha rechazado las acusaciones de fraude y ya ha recibido las felicitaciones por su elección de parte de varios mandatarios, incluyendo la del presidente Obama.
Núñez reconoció que las únicas irregularidades que se podrían investigar son aquéllas que ocurren fuera de las casillas de votación, como el robo de credenciales o el condicionamiento.
“Al amparo del voto secreto, demostrar que el voto es comprado es imposible”, dijo. “La probanza está fuera de la casilla. Dentro de la urna usted no puede decir: ‘Este voto es comprado y este voto es libre’. Eso, no’”.
Lo que sí podría denunciarse, según Núñez, es el caso de las tarjetas que supuestamente se habría repartido a cambio de los votos. Aparentemente se entregó dinero a los electores a través de cuentas del banco Mónex y de tarjetas de descuentos de las tiendas Soriana.
“La intención fue hacer esto y se hizo, y de alguna manera debió haber influido en un grupo de electores, aunque no se sepa de qué tamaño. Es un asunto cualitativo”, señaló el asesor.
Más de 70 mil personas se manifestaron este fin de semana en el Distrito Federal protestando contra el supuesto fraude. Y el movimiento de estudiantes Yo soy 132 aseguró que el proceso estaría viciado desde su origen.
López Obrador obtuvo el 31,6% de los votos en los comicios, lo que le dio la segunda mayoría según los resultados presentados por el Instituto Electoral. El candidato electo, Enrique Peña Nieto, quien tuvo el 38% de las preferencias, ha rechazado las acusaciones de fraude y ya ha recibido las felicitaciones por su elección de parte de varios mandatarios, incluyendo la del presidente Obama.