La Embajada de Estados Unidos en La Habana, que opera bajo el estado de partida ordenada desde septiembre de 2017, debido a los ataques de salud que afectan a los empleados de la sede diplomática, continuará operando de la misma manera desde el 5 de marzo, cuando expira el máximo de días permitidos para ese estatus.
La información la proporcionó el Departamento de Estado en una declaración divulgada el viernes.
El lunes, 5 de marzo, un nuevo plan de personal permanente entrará en efecto.
La embajada continuará operando con el personal mínimo necesario para desempeñar funciones consulares y diplomáticas básicas, similar al nivel de personal de emergencia mantenido durante la partida ordenada.
La embajada funcionará como un puesto en el cual no se permite a ningún miembro de las familias de los empleados residir allí.
La declaración del Departamento de Estado indica que todavía no tiene respuestas definitivas sobre la fuente o la causa de los ataques, y una investigación sobre los ataques está en curso.
La salud, la seguridad y el bienestar del personal del gobierno de EE.UU. y de sus familiares son de la mayor preocupación para el Secretario Rex Tillerson y fueron un factor clave en la decisión de reducir el número de personal asignado a La Habana, concluye la declaración del Departamento de Estado.