Los empleadores estadounidenses generaron otra gran cantidad de empleos en marzo, añadiendo a 303.000 trabajadores a sus nóminas y reforzando la esperanza de que la economía puede vencer a la inflación sin sucumbir ante una recesión frente a las altas tasas de interés.
El crecimiento en el empleo del mes pasado estuvo por encima de la cifra ajustada de 270.000 en febrero, y fue muy superior a los 200.000 empleos que los economistas habían pronosticado para marzo.
Desde cualquier punto de vista, equivale a un sólido impulso en las contrataciones, y refleja la capacidad de la economía de soportar la presión de los altos costos del crédito como consecuencia de las alzas en las tasas de interés de la Reserva Federal.
Dado que los consumidores de la nación siguen gastando, muchos empleadores han seguido contratando para satisfacer la demanda constante.
El informe de este viernes del Departamento del Trabajo también reflejó que la tasa de desempleo se redujo del 3,9 % al 3,8 %. Dicha tasa se ha mantenido por debajo del 4 % durante 26 meses consecutivos, la racha más prolongada desde la década de 1960. El gobierno también revisó al alza su estimación de crecimiento del empleo en enero y febrero para una cifra combinada de 22.000.
También lea Biden habla de carreteras y puentes, mientras manifestantes gritan sobre muertes en GazaNormalmente, una gran cantidad de nuevos empleos avivaría las preocupaciones de que el gasto adicional de todos esos nuevos trabajadores pudiera acelerar la inflación, pero el informe laboral de marzo mostró que el crecimiento en los salarios fue leve el mes pasado, lo que podría disipar esos temores.
Los salarios promedio por hora aumentaron un 4,1 % con respecto al año anterior, el aumento interanual más bajo desde mediados de 2021. Sin embargo, de febrero a marzo, la paga por hora aumentó un 0,3 % tras incrementarse un 0,2 el mes anterior.
Es seguro que la economía tenga un peso en la mente de los estadounidenses mientras se acerca la elección presidencial de noviembre y valoren la reelección de Joe Biden.
Muchas personas todavía se sienten presionadas por el aumento en la inflación surgido en la primavera de 2021. Once alzas en las tasas realizadas por la Reserva Federal ayudaron a disminuir la inflación desde su punto máximo en el último año y medio.
Sin embargo, los precios promedio son alrededor del 18 % más altos que en febrero de 2021, un hecho por el que Biden podría pagar un precio político.
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