En Fotos | Agricultores brasileños ven afligidos el desastre causado por las inundaciones

El panorama es desalentador. Las inundaciones sin precedentes en el sur de Brasil apenas están empezando a retroceder, dejando en evidencia la magnitud de las pérdidas, especialmente en zonas rurales donde agricultores producen arroz, trigo y lácteos.

Edite de Almeida y su esposo son agricultores que cuentan que huyeron de su casa inundada a principios de mayo y soltaron su pequeño ganado lechero en terrenos más elevados. Cerca de allí, las aguas subieron por encima de su cabeza y al cabo de un día alcanzaban los tejados de las casas.

De sus 60 gallinas ponedoras, sólo ocho sobrevivieron. Sus vacas no tienen dónde pastar en el paisaje inundado.

Fotos, colchones, electrodomésticos... todas las pertenencias de cientos de familias quedaron arruinadas. Un vecino encontró un cerdo muerto en su habitación. A su alrededor, los campos de arroz y hortalizas fueron arrasados.

Las inundaciones, intensificadas por el cambio climático, dejaron medio millón de personas desplazadas en el estado de Rio Grande do Sul y mataron a más de 160.

Días después de las inundaciones, Almeida pudo vislumbrar por primera vez su casa devastada, las paredes manchadas, los electrodomésticos destrozados y las pertenencias cubiertas de barro. "No puedo pensar en el futuro. Eso pertenece a Dios", dice. "No espero volver a tener lo que tuve antes. Estamos empezando de nuevo", añade.

Su familia y la de sus vecinos se encuentran entre las casi 6.500 granjas familiares inundadas por las lluvias torrenciales de este mes, según el análisis de datos satelitales de la consultora Terra Analytic.

Con la disminución del agua, empezaron a retornar a sus casas. Geni Teresinha Mulinari y su hija Paola Mulinari, comparten un balde mientras limpian su casa afectada durante las inundaciones en el asentamiento Integracao Gaucha en Eldorado do Sul, estado de Rio Grande do Sul, Brasil.

Muchos agricultores perdieron sus casas, sus animales y sus cultivos, afectando también el suministro de algunos víveres en varias regiones de Brasil. 

Medio millón de desplazados y unas 160 personas muertas dejaron las inundaciones en el sur de Brasil. Hoy, muchos regresan a sus viviendas, pero el panorama es desolador.