En Fotos | Así es la vida en la prisión de Bukele: El nuevo centro para pandilleros en El Salvador

Tatuados, aseados, rapados y uniformados de blanco impoluto con camisetas y pantalones cortos de algodón y unas sandalias tipo Crocs es la estética de los pandilleros una vez que entran a la cárcel y son separados de las armas, los aretes y su organización.

No pueden salir de su celda. Salvo que vayan a regulares chequeos médicos para los que esperan sentados en el suelo con las manos en la espalda con bridas. 

Se pueden unir a sesiones de terapia, dirigidas por reos de confianza traídos de otras prisiones, en las que rezan, leen y estiran sus extremidades como si fuera una clase de yoga.

La policía se entrena en una pista de aterrizaje en el Centro de Confinamiento de Terroristas.

Los reclusos asisten a una clase sobre comportamiento social durante un recorrido de prensa.

Los presos reciben tratamiento en el área médica el Centro de Confinamiento del Terrorismo durante una visita de la prensa a la mega prisión en Tecoluca. 

Un recluso es revisado en el área médica del CECOT.