En Fotos | ¿Cómo salir de la crisis? Agricultores cubanos enfrentan consecuencias del huracán Rafael

Frijoles, yuca, árboles de mango y aguacate y una gran cantidad de plátanos perdió el agricultor cubano Leonardo Abreu por el paso del huracán Rafael.

Aunque han pasado unas dos semanas desde el paso del meteoro por el occidente de la isla, las líneas eléctricas siguen caídas, lo que dificulta el trabajo en el campo. Abreu y otros agricultores como Carlos Yopisai tampoco tienen agua para regar sus cultivos.

Esto, además de afectar a los campesinos y a sus familias, golpea a la cercana capital La Habana, donde la gran mayoría de sus aproximadamente 2 millones de habitantes dependen de granjas para alimentarse.

Antes de la tormenta, los cubanos ya habían visto dispararse los precios de los alimentos, agotarse los subsidios gubernamentales y escasear la comida.

Varios agricultores de la provincia de Artemisa, duramente afectada, dijeron a la agencia de noticias Reuters que era probable que el suministro de alimentos empeorara.

Aunque muchos trataron de proteger cultivos antes de la tormenta, muchas siembras se estropearon sin remedios. Ante la escasez de insumos y la crisis energética que afecta a toda Cuba, reemplazar lo que se perdió representa un gran problema.

El occidente de Cuba fue duramente afectado por el huracán Rafael, que dañó cultivos y complicó la ya seria crisis energética que sufre la isla. Según el gobierno de La Habana, las sanciones de EEUU dificultan la compra de insumos clave, fertilizantes, pesticidas y combustible para los agricultores.