Un equipo de soldados ucranianos que operan morteros en Bakhmut continúan con la esperanza de no perder el control de la ciudad situada en la región de Donetsk, y escenario de algunos de los combates más sangrientos de la guerra.
En Fotos | Ucranianos siguen luchando mientras las fuerzas rusas se acercan a Bajmut
Un soldado ucraniano dispara contra las posiciones rusas en Bajmut el 16 de febrero. Las fuerzas de Moscú aseguran que están ganando terreno mientras caen bombardeos casi las 24 horas sobre la ciudad destrozada, que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy ha llamado "nuestra fortaleza".
Ubicada sobre dos importantes cruces de caminos, Bakhmut, que antes de la guerra tenía una población de 70.000 habitantes, ha sido destruida casi por completo durante los intensos combates.
A pesar de los combates y el frío invierno, se estima que unos 6.000 civiles permanecen en la ciudad. Las autoridades ucranianas les están instando a evacuar mientras sea posible.
Entre las fuerzas ucranianas que defienden a Bakhmut se encuentran miembros del Servicio Estatal de Guardia Fronteriza del país. Este guardia espera en la entrada de un refugio la orden de pasar a una posición de mortero.
Proyectiles de mortero listos para ser lanzados. Con ambos lados involucrados en feroces y sangrientos duelos de artillería y ataques de infantería durante meses, la situación en la región ha sido descrita como la "picadora de carne" de Bajmut.
Morteros se calientan junto al fuego en un refugio mientras esperan la próxima oportunidad para enfrentarse al enemigo.
Una cruz cuelga de un uniforme junto a un parche con el tipo de sangre del propietario.
Un soldado de mortero examina el paisaje helado cerca de su refugio mientras cae la nieve.
Un solo quemador de gas conforma la zona de cocina del refugio donde viven los soldados.
Después que los observadores identifiquen las posiciones rusas, se ordena a los hombres a cargo de morterod ucranianos que salgan de su refugio para ubicarse y disparar al enemigo.
Operadores de morteros se cubren los oídos mientras hacen un lanzamiento hacia las posiciones rusas. A medida que las fuerzas de Moscú se acercan a la ciudad destrozada, el líder del grupo de mercenarios Wagner predijo que Bakhmut podría tardar en caer semanas o meses.