Recurriendo al trueque, racionando los alimentos y sorteando las fallas de los servicios públicos, sobrellevan en los barrios pobres de Venezuela las medidas de cuarentena por la pandemia de coronavirus.
En casa de Raiza García viven 10 personas, entre hijos y nietos. Ella dice estar más preocupada por la merma de los ingresos del hogar que por el contagio de coronavirus
"En estos momentos, donde todo el mundo tiene miedo y nadie quiere permitir que entres a su casa por miedo a que te contagie, la vida se nos ha puesto más difícil y cada día el alto costo de la vida nos impide más”, explica García a la Voz de América.
Para preparar el almuerzo, intercambió una harina de maíz por cuatro plátanos, pues cuenta que no tiene más dinero para comprar comida.
"Ya ni siquiera un cartón de huevos podemos comprar”, comenta la venezolana.
También lea Venezuela, entre los países con mayor inseguridad alimentaria en 2019En el mismo sector pobre del este de Caracas donde vive, la mayoría de los vecinos usan tapabocas para estar en espacios públicos, pero algunos no prestan atención al llamado distanciamiento social.
En las calles lo que más se escucha es el temor al hambre más que al virus.
“Este es el pollito que vamos a comer hoy. Rindiéndolo. Rindiéndolo para comer por lo menos dos veces”, comenta Cory Rodríguez, otra venezolana consultada por la VOA.
Esa es la última proteína que queda en su refrigerador, y relata que, para que todos en casa puedan comer mañana, necesitará que le tiendan una mano
"Rendimos, pedimos ayuda a los que están afuera y pueden. Mi hija está afuera y nos tiende una mano”, explica.
Venezuela es el único país del mundo que en este momento atraviesa una hiperinflación, según datos del Fondo Monetario Internacional, y este fenómeno económico no se ha detenido con la pandemia
"Todos los días es un precio diferente. Tú ahorras para comprar mañana y resulta que vas mañana y no se puede, porque el costo es alto”, asegura Rodríguez.
El gobierno en disputa de Venezuela anunció este fin de semana la regulación de los precios de 27 alimentos e intervino tres plantas procesadores de aceite, embutidos y harinas para, según dijo, asegurar el consumo de toda la ciudadanía
En las zonas pobres de Caracas dicen que no sólo deben estar preocupados por garantizarle los alimentos a su familia, sino también por la crisis de los servicios públicos, que se traduce en las fallas de aseo urbano así como también en suministro de agua potable.
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