Entraron en efecto las sanciones que impuso Estados Unidos al gobierno en disputa de Nicolás Maduro, que prohíben la importación de petróleo venezolano por parte de entidades del país norteamericano. A partir del lunes 29 de abril, se sancionará a los individuos en EE.UU. que compren petróleo o —productos derivados— a Petróleos de Venezuela, la empresa estatal venezolana.
Con las sanciones, el gobierno estadounidense busca ejercer presión contra Maduro, “minimizar su recibo de ingresos de Estados Unidos y salvaguardar el sistema financiero estadounidense”, según dijo ante la Cámara de Representantes Sandra Oudkirk, funcionaria del Departamento de Estado.
Los ingresos del gobierno en disputa, no obstante, se han visto limitados desde principios de año. Aunque las sanciones, gestionadas por el Departamento del Tesoro, permitieron la compra de crudo por un periodo de 90 días, el dinero proveniente de estas transacciones no iba a parar a Maduro sino a una cuenta congelada en EE.UU.
La semana pasada, la Asamblea Nacional aprobó en la comisión de finanzas el uso de 71 millones de dólares de esa cuenta para el pago de un bono de deuda pública emitido cuyo impago compromete el 50,1% de las acciones de CITGO, una refinería filial de PDVSA.
También lea ¿Qué impacto tienen las sanciones petroleras en Venezuela?Desde que fue nombrado presidente interino por la asamblea y con el apoyo de Estados Unidos, Juan Guaidó ha tenido sus ojos puestos en recuperar CITGO, uno de los principales activos de Venezuela en el exterior.
La refinería, con sede en Houston y la sexta más grande de EE.UU., está siendo controlada por una junta directiva nombrada por Guaidó y ha cortado los lazos con PDVSA, aún en manos del gobierno en disputa de Maduro. CITGO era la principal importadora de petróleo de Venezuela y ahora que entren en vigor las sanciones, tendrá que buscar otras fuentes de crudo pesado, según fuentes consultadas por la Voz de América.
Además, Venezuela recibe de CITGO petróleo ligero y nafta, productos que necesita para diluir el petróleo pesado que se produce en el país y que permite que éste pueda moverse por los oleoductos para ser despachado. Por lo tanto, las sanciones también afectarán la producción de petróleo, que ya se ha visto drásticamente reducida en los últimos años: de 2,4 millones de barriles al día en 2015 a 1,1 millones en 2018.