Cerca de Harrisburg, en Pennsylvania, está funcionando el Campamento de Verano de Mascotas.
Las mascotas deportivas ayudan a que el público se entusiasme en todo tipo de competencias –desde las escolares hasta las de equipos profesionales–. Diversas compañías y organizaciones también usan estos personajes disfrazados para presentar una imagen corporativa amigable.
Cerca de Harrisburg, en Pennsylvania, está funcionando el Campamento de Verano de Mascotas.
“Soy el gato salvaje”, dice Jesse King. “He aprendido mucho sobre cómo desarrollar mi personalidad y creo que eso realmente me ayudará”.
Ésta es la primera vez en que Jesse King, estudiante de secundaria, asiste al Campamento de Mascotas. La mitad de los participantes han estado en el Campamento anteriormente, como Fran Vespe, quien trabaja a tiempo completo como mascota para un equipo de béisbol profesional.
“Me gusta presentarme a los campistas con habilidades que ya he aprendido y aprender cosas nuevas durante el campamento”, dice Vespe.
Caren Simmons personifica a un petirrojo con el que representa a un restaurante local.
“He estado haciendo esto por 11 años”, dice Simmons. “Es un alivio y una liberación. Trabajo a tiempo completo para el gobierno federal, algo que puede ser muy duro y frustrante. Éste es un escape físico con mucha diversión física”.
El campamento es dirigido por Erin Blank, mascota veterana.
“Empecé con Mascotas Keystone hace 15 años”, dice Blank. “Principalmente, porque había una necesidad en personas como yo de aprender, de forma más efectiva, habilidades performativas y de usar disfraces que nos quedaran bien”.
Los alumnos del campamento aprenden a usar objetos de utilería y a mostrar emociones, así como también las reglas de las mascotas, seguridad y responsabilidad. Blank dice que, para las mascotas, aprender esto es tan importante como ser divertido.
“Esto se trata de promover la organización que cada uno representa”, dice Erin. “Sea un deporte o un colegio o incluso un negocio o una corporación, queremos ser la imagen más positiva que ese negocio puede mostrar a la comunidad”.
Blank quería ser mascota desde que tenía diez años.
“En la escuela primaria, tuve que usar un disfraz del Monstruo de las Galletas y me enamoré de esta actividad”, cuenta.
Desde entonces, Blank ha sido mascota de varios equipos deportivos y organizaciones.
“Con 42 años, sigo siendo mascota. Es adictivo”, dice. “He tratado de dejarlo cuatro veces y no ocurre. Considerando que una de las mascotas más viejas que he conocido tiene 72 años, parece que va a pasar un tiempo antes de que pueda dejar esto nuevamente”.
Blank también manufactura vestuarios para mascotas en el estudio que tiene en el subterráneo de su casa.
“Nosotros hacemos los disfraces realmente, así que son completamente lavables”, explica. “Nos gusta usar cascos de béisbol para hacer las cabezas. Hay agujeros de ventilación en la cabeza que permiten que salga el vapor. Y lo mismo ocurre con el cuerpo”.
Como sea, el sudor se mantiene dentro. El disfraz que Blank utiliza actualmente –la mascota para el equipo de fútbol de la ciudad de Lancaster– siempre termina empapado después de sus presentaciones.
“Probablemente hay cinco grados más de temperatura dentro del disfraz que afuera. Es húmedo. Ahora mismo se siente como si hubiera una especie de nube de lluvia dentro de mi traje”, dice Erin, con el disfraz puesto.
Blank lleva a sus alumnos a un juego de una liga menor de béisbol en Harrisburg para una presentación de graduación. A pesar de que hay cerca de 37 grados Celsius, las mascotas están disfrutando el show… y también lo disfruta el público.
Cerca de Harrisburg, en Pennsylvania, está funcionando el Campamento de Verano de Mascotas.
“Soy el gato salvaje”, dice Jesse King. “He aprendido mucho sobre cómo desarrollar mi personalidad y creo que eso realmente me ayudará”.
Ésta es la primera vez en que Jesse King, estudiante de secundaria, asiste al Campamento de Mascotas. La mitad de los participantes han estado en el Campamento anteriormente, como Fran Vespe, quien trabaja a tiempo completo como mascota para un equipo de béisbol profesional.
“Me gusta presentarme a los campistas con habilidades que ya he aprendido y aprender cosas nuevas durante el campamento”, dice Vespe.
Caren Simmons personifica a un petirrojo con el que representa a un restaurante local.
“He estado haciendo esto por 11 años”, dice Simmons. “Es un alivio y una liberación. Trabajo a tiempo completo para el gobierno federal, algo que puede ser muy duro y frustrante. Éste es un escape físico con mucha diversión física”.
El campamento es dirigido por Erin Blank, mascota veterana.
“Empecé con Mascotas Keystone hace 15 años”, dice Blank. “Principalmente, porque había una necesidad en personas como yo de aprender, de forma más efectiva, habilidades performativas y de usar disfraces que nos quedaran bien”.
Los alumnos del campamento aprenden a usar objetos de utilería y a mostrar emociones, así como también las reglas de las mascotas, seguridad y responsabilidad. Blank dice que, para las mascotas, aprender esto es tan importante como ser divertido.
“Esto se trata de promover la organización que cada uno representa”, dice Erin. “Sea un deporte o un colegio o incluso un negocio o una corporación, queremos ser la imagen más positiva que ese negocio puede mostrar a la comunidad”.
Blank quería ser mascota desde que tenía diez años.
“En la escuela primaria, tuve que usar un disfraz del Monstruo de las Galletas y me enamoré de esta actividad”, cuenta.
Desde entonces, Blank ha sido mascota de varios equipos deportivos y organizaciones.
“Con 42 años, sigo siendo mascota. Es adictivo”, dice. “He tratado de dejarlo cuatro veces y no ocurre. Considerando que una de las mascotas más viejas que he conocido tiene 72 años, parece que va a pasar un tiempo antes de que pueda dejar esto nuevamente”.
Blank también manufactura vestuarios para mascotas en el estudio que tiene en el subterráneo de su casa.
“Nosotros hacemos los disfraces realmente, así que son completamente lavables”, explica. “Nos gusta usar cascos de béisbol para hacer las cabezas. Hay agujeros de ventilación en la cabeza que permiten que salga el vapor. Y lo mismo ocurre con el cuerpo”.
Como sea, el sudor se mantiene dentro. El disfraz que Blank utiliza actualmente –la mascota para el equipo de fútbol de la ciudad de Lancaster– siempre termina empapado después de sus presentaciones.
“Probablemente hay cinco grados más de temperatura dentro del disfraz que afuera. Es húmedo. Ahora mismo se siente como si hubiera una especie de nube de lluvia dentro de mi traje”, dice Erin, con el disfraz puesto.
Blank lleva a sus alumnos a un juego de una liga menor de béisbol en Harrisburg para una presentación de graduación. A pesar de que hay cerca de 37 grados Celsius, las mascotas están disfrutando el show… y también lo disfruta el público.