Las falsas predicciones del fin del mundo, más frecuentes y con más adeptos, son revisadas por la ciencia y por el humor popular.
Muy a pesar de los pesimistas, el apocalipsis que algunos esperan para este viernes 21 de diciembre de 2012 (21-12-2012), deberá ser aplazado nuevamente.
Según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos, la Tierra no chocará con el inexistente planeta Nibiru ni con un asteroide gigante; no se producirá una fatal alineación galáctica ni una masiva erupción volcánica como la que hace 74.000 años dejó al mundo sumido en un invierno nuclear durante décadas; ni se producirá una inversión de los polos magnéticos o una tormenta solar que paralizará el planeta.
La predicción que supuestamente hicieron los astrónomos mayas sobre esta fecha, nunca fue tal.
“Los mayas nunca, nunca, dijeron que el mundo iba a acabarse en un momento determinado, y menos en este año”, dice el experto del Centro Mesoamericano de la Universidad de Texas, David Stuart, quien ayudó a traducir los jeroglíficos mayas en 1996.
Todo el alboroto se deriva de que “un importante ciclo en el calendario Maya –llamado baktún—está por terminar”, añade Stuart.
Cada baktún representa 144.000 días — o casi 400 años. El 13o. (y algunos dicen que el último) baktún del calendario maya está supuesto a terminar en el fin del solsticio, el 21 de diciembre de 2012.
“Es un gran acontecimiento, si uno fuera un sacerdote astrónomo maya, pero aparte de eso, nunca dijeron nada sobre… lo que estaba por venir”, explica el arqueólogo.
Desde el fin del imperio romano ha habido 183 falsas predicciones del fin del mundo, que sin embargo cada vez son más frecuentes y ganan más adeptos gracias a la inmediatez del internet y las nuevas tecnologías.
Como contraparte, esos mismos medios permiten que todos nos reconfortemos y nos riamos del humor con que los terribles vaticinios se pueden tomar. Y que se hagan negocios.
Un empresario chino, ha creado un "Arca de Noé", con precios de hasta 800.000 dólares por boleto: tiene 20 pedidos. En otras ciudades chinas se han agotado las velas para hacer frente a la "oscuridad total" en la que se supone que estará inmerso el planeta.
En Francia, las autoridades ven con preocupación que se dejen venir miles de turistas a la montaña de Bugarach (que inspiró a Julio Verne para su novela “Viaje al centro de la Tierra”), ante las creencias de que allí aterrizará una nave nodriza extraterrestre para salvar a unos pocos elegidos.
El pueblo turco de Sirince, de 570 habitantes, otro de los lugares que, según los rumores, se salvará del apocalipsis, espera la llegada este viernes de 20.000 personas que dejarán buenos ingresos.
“Creo que en nuestra cultura, a los humanos nos gusta buscar excusas solo para enloquecernos”, dice el catedrático Stuart. “Creo que los Mayas se han vuelto en una excusa para algo un poco más grande… Es un reflejo de mucha tensión y mucha ansiedad en nuestra sociedad”.
Según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos, la Tierra no chocará con el inexistente planeta Nibiru ni con un asteroide gigante; no se producirá una fatal alineación galáctica ni una masiva erupción volcánica como la que hace 74.000 años dejó al mundo sumido en un invierno nuclear durante décadas; ni se producirá una inversión de los polos magnéticos o una tormenta solar que paralizará el planeta.
La predicción que supuestamente hicieron los astrónomos mayas sobre esta fecha, nunca fue tal.
“Los mayas nunca, nunca, dijeron que el mundo iba a acabarse en un momento determinado, y menos en este año”, dice el experto del Centro Mesoamericano de la Universidad de Texas, David Stuart, quien ayudó a traducir los jeroglíficos mayas en 1996.
Todo el alboroto se deriva de que “un importante ciclo en el calendario Maya –llamado baktún—está por terminar”, añade Stuart.
Cada baktún representa 144.000 días — o casi 400 años. El 13o. (y algunos dicen que el último) baktún del calendario maya está supuesto a terminar en el fin del solsticio, el 21 de diciembre de 2012.
“Es un gran acontecimiento, si uno fuera un sacerdote astrónomo maya, pero aparte de eso, nunca dijeron nada sobre… lo que estaba por venir”, explica el arqueólogo.
Desde el fin del imperio romano ha habido 183 falsas predicciones del fin del mundo, que sin embargo cada vez son más frecuentes y ganan más adeptos gracias a la inmediatez del internet y las nuevas tecnologías.
Como contraparte, esos mismos medios permiten que todos nos reconfortemos y nos riamos del humor con que los terribles vaticinios se pueden tomar. Y que se hagan negocios.
Un empresario chino, ha creado un "Arca de Noé", con precios de hasta 800.000 dólares por boleto: tiene 20 pedidos. En otras ciudades chinas se han agotado las velas para hacer frente a la "oscuridad total" en la que se supone que estará inmerso el planeta.
En Francia, las autoridades ven con preocupación que se dejen venir miles de turistas a la montaña de Bugarach (que inspiró a Julio Verne para su novela “Viaje al centro de la Tierra”), ante las creencias de que allí aterrizará una nave nodriza extraterrestre para salvar a unos pocos elegidos.
El pueblo turco de Sirince, de 570 habitantes, otro de los lugares que, según los rumores, se salvará del apocalipsis, espera la llegada este viernes de 20.000 personas que dejarán buenos ingresos.
“Creo que en nuestra cultura, a los humanos nos gusta buscar excusas solo para enloquecernos”, dice el catedrático Stuart. “Creo que los Mayas se han vuelto en una excusa para algo un poco más grande… Es un reflejo de mucha tensión y mucha ansiedad en nuestra sociedad”.