La pandemia de coronavirus impidió que los druidas, paganos y fiesteros acudieran a ver el amanecer en Stonehenge para celebrar el solsticio de verano de este año.
El antiguo círculo de piedras en el suroeste de Inglaterra generalmente atrae a miles de personas para marcar el día más largo del año en el hemisferio norte. Pero Gran Bretaña ha prohibido las reuniones multitudinarias como parte de las medidas para frenar la propagación del COVID-19.
English Heritage, la organización que supervisa Stonehenge, transmitió en vivo el amanecer. Dijo que más de 3,6 millones de personas contemplaron la salida del sol el domingo a las 4:52 de la madrugada (0352 GMT).
Se cree que Stonehenge, que es Patrimonio de la Humanidad, tiene 4.500 años de antigüedad. Es conocido por su alineación con los movimientos del sol.
Algunos druidas estaban resueltos a ver el amanecer en persona y se reunieron en un campo cercano a Stonehenge pese a una lluvia matutina. El conocido rey druida Arthur Pendragon dijo que había estado "muy húmedo", pero que no se desanimó.
"No pueden cancelar el amanecer", comentó a la cadena BBC. "Va a ocurrir y estamos aquí para celebrarlo".