La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) pidió el jueves la protección y preservación del patrimonio cultural de Afganistán una vez que la insurgencia talibán ha retomado el poder del país, advirtiendo que dañarlo solo podría tener consecuencias adversas para una paz duradera.
"Afganistán es el hogar de una amplia gama de patrimonio rico y diverso, que es una parte integral de la historia y la identidad afganas, así como de importancia para la humanidad en su conjunto, que debe ser salvaguardado", dijo la agencia en un comunicado.
Los expertos están preocupados por el Museo Nacional de Kabul, así como por los sitios designados como Patrimonio de la Humanidad, incluidos el minarete y los restos arqueológicos de Jam, así como el paisaje cultural y los restos arqueológicos del valle de Bamiyán.
El recuerdo de los Budas de Bamiyán
Hace veinte años, los talibanes volaron los dos Budas de Bamiyán, gigantescas estatuas excavadas en las montañas del valle siglos atrás.
Se difundieron en todo el mundo imágenes de combatientes talibanes haciendo explotar las estatuas, lo que generó conciencia sobre la importancia de perseverar en el patrimonio cultural. En 2012, la comunidad internacional reconoció la destrucción intencional del patrimonio cultural como un crimen de guerra.
La UNESCO ha dicho que su destrucción deliberada tenía la intención de destruir la cultura, la identidad y la historia y demostró cómo la destrucción del patrimonio podría usarse como arma contra las poblaciones locales.
También lea ¿Cumplirán los talibanes sus promesas de moderación y tolerancia?El martes, Karima Bennoune, relatora especial de la ONU en el campo de los derechos culturales, instó a las naciones a actuar urgentemente para prevenir “un desastre cultural y de derechos humanos masivo” en Afganistán.
“La protección de las vidas y los derechos afganos debe ser la máxima prioridad”, observó. "También se deben hacer esfuerzos para garantizar la seguridad de todas las formas de cultura y patrimonio cultural que son esenciales para el disfrute de esos derechos, y para proteger a quienes los defienden en primera línea".
La relatora especial hizo un llamamiento a las instituciones culturales y educativas internacionales para que inviten a artistas, trabajadores culturales y estudiantes afganos, especialmente mujeres y miembros de grupos minoritarios, a sus establecimientos para que puedan continuar su trabajo en condiciones de seguridad.