Tras 11 días de protestas y bloqueos en las carreteras en Guatemala, los impactos económicos ya comienzan a verse: el cierre de los principales mercados de la capital ha provocado desabastecimiento de alimentos en varios departamentos del país, el suministro de combustible es irregular y algunas empresas han parado sus operaciones.
Desde la semana pasada, los manifestantes cortaron el acceso a las principales zonas del país para exigir la salida del cargo de la fiscal general, Consuelo Porras; de los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, líderes de la investigación contra el partido Semilla, y del juez Fredy Orellana, bajo cuyas órdenes se allanó la sede del Tribunal Supremo Electoral en busca de presuntas irregularidades en las pasadas elecciones presidenciales.
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Pero lejos de dimitir, Porras calificó de "ilegales" las movilizaciones en su contra y pidió a la administración del presidente Alejandro Giammattei que despejaran las vías bloqueadas para permitir la libre circulación de las personas.
Esa postura ha provocado que las protestas escalen aún más: el Frente de Mercados Unidos, una organización que aglutina 53 mercados en Guatemala, tomó la decisión de cerrar sus principales comercios del país. El resultado es un desabastecimiento de alimentos no solo en la capital de Guatemala sino en el resto de departamentos.
“Pedimos como comerciantes, que somos más de 125.000 personas en esta Ciudad de Guatemala, que renuncien (los funcionarios), porque si no nosotros cerramos indefinidamente. Ningún comercial ni ninguna tienda de conveniencia abrirá. porque así lo impediremos cada uno de nosotros”, advirtió Julio Rivas, portavoz de Mercados Unidos de Guatemala.
Pero no todos están a favor de paralizar el área productiva del país: desde Chiquimula, en el oriente de Guatemala, un grupo de empresarios buscó negociar con los manifestantes el paso de los productos.
“Hay personas del gremio lechero que se levantan temprano y ya no hallan qué hacer con su leche. Nosotros los engordadores también tenemos problemas de desabastecimiento. ¿Cómo le damos de comer al ganado? El alimento no se puede quitar”, dijo el representante de los ganaderos de Chiquimula a los medios locales.
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Los empresarios propusieron a los manifestantes habilitar horarios para que entren alimentos al departamento.
“Que permitan el ingreso de alimentos y de combustible a Chiquimula. Y eso es para todo el país. El desabastecimiento va a matar al pueblo”, agregó, advirtiendo que en el departamento peligra el engorde de 32.000 cabezas de ganado.
Algunos supermercados en ese departamento ya comienzan a verse vacíos, y los habitantes estaban a la expectativa sobre lo que ocurrirá en los próximos días.
“Ahorita ya no hay verdura ni en el mercado ni en los supermercados. No sabemos tampoco cómo nos va a ir los siguientes días porque no hay señales de que las cosas que piden los manifestantes se vayan a cumplir”, dijo a la Voz de América vía telefónica, Enrique González, habitante de Chiquimula.
Ese desabastecimiento de alimentos ha impactado también la economía de El Salvador, un país vecino que importa en promedio 1.6 billones de dólares en productos desde Guatemala cada año. Después de Estados Unidos y China, Guatemala es el tercer país al que más le compra productos a El Salvador.
“Las consecuencias son graves ya que se han interrumpido las cadenas de suministros. (…) Se han incumplido contratos comerciales, numerosos equipos de transporte con mercancía (algunas perecederas) están varados”, expuso en un comunicado la Corporación de Exportadores de El Salvador.
Ante los bloqueos en Guatemala y el impedimento de circulación del transporte al interior y exterior del país centroamericano, el gobierno salvadoreño dijo que buscará nuevos mercados en Honduras, Nicaragua y Costa Rica, que son los países más próximos tras reconocer que El Salvador se ha visto afectado por los bloqueos en Guatemala, mayormente en los productos de consumo como la papa y la zanahoria.
Combustible limitado
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de Guatemala informó el pasado 9 de octubre que el Aeropuerto Internacional La Aurora de ese país no contaba, en ese momento, con suficiente combustible para abastecer a las aeronaves.
Ante la crisis, la institución dijo haber solicitado el apoyo a la Autoridad de Aviación Civil de El Salvador y de Tapachula, en México, para que recibieran las aeronaves que "van o vienen a Guatemala".
"Lamentablemente el aeropuerto ha llegado al límite en el abastecimiento de combustible. Esto derivado de los paros que han ocurrido a nivel nacional. No hemos podido recibir los camiones cisterna con combustible. Esto pone en aprietos la operación aeroportuaria", dijo el director de la DGAC, Francis Argueta.
También lea Presidente de Guatemala rechaza actos de violencia y vandalismo en protestas contra fiscal generalDos días después de sus declaraciones, el funcionario anunció que el aeropuerto habia logrado abastecerse y continuar operando con normalidad. También agregó que únicamente una aerolínea suspendió sus vuelos a ese país debido al problema operacional.
No obstante, hay algunas estaciones de gasolina que han sido cerradas por falta de suministro. Y otras operan con combustible limitado, sobre todo en regiones del occidente del país como Totonicapán, Sololá, Huehuetenango y Quiché.
“Una situación insostenible”
Debido a los bloqueos en al menos 140 vías clave de Guatemala, la Cámara de Comercio dijo que la situación ya es “insostenible”, y que los cierres viales no son la ruta correcta para llegar a una solución.
También lea Guatemaltecos protestan en las calles contra intentos de bloquear toma de posesión de Arévalo"Estamos en una paralización casi total de las actividades cotidianas y productivas. Los comercios cerrados y desabastecidos con efectos perjudiciales para las empresas y sus colaboradores, lo cual impacta directamente a toda la población y la economía familiar", señaló un comunicado publicado el 11 de octubre.
La gremial ha pedido a los manifestantes retirarse de las vías y los accesos a los puertos, los aeropuertos y las fronteras del país. Volver a la normalidad les tomará al menos cuatro semanas, indicaron.
Otras afectaciones de los bloqueos son los cobros en algunas vías alternas que atraviesan propiedades privadas, cuyos dueños o administradores cobran hasta 25 quetzales, unos 3,25 dólares, para permitir el paso de vehículos livianos.
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