La policía española acordonó el sábado más de la mitad de los colegios designados por las autoridades catalanas como centros de votación de un referéndum independentista prohibido por la Justicia y dio un plazo límite a los padres, menores y activistas que las ocupan.
El referendo, programada para llevarse a cabo el domingo, considera la posibilidad de que Cataluña se separe de España.
El Tribunal Constitucional español suspendió la votación hace más de tres semanas y la policía ha recibido instrucciones de impedir que se vote. El gobierno catalán ha afirmado que seguirá adelante de todos modos y ha instado a los 5,3 millones de votantes registrados en la región a que participen.
Pero durante la noche grupos de padres realizaron una acampada frente a los colegios, con carpas y sacos de dormir, paella gratis y cine. La policía advirtió que retirará a quienes asistan a votar y que podrían aplicarse multas de hasta 300.000 euros (354.360 dólares).
No obstante, el presidente catalán, Carles Puigdemont, dijo el viernes que “está preparado todo para que efectivamente los más de 2.000 puntos de votación tengan las papeletas, tengan las urnas, tengan todo lo que tienen que tener para que la gente pueda expresar su opinión”.
Mientras tanto miles de personas se manifestaron el sábado en diversos puntos de España para mostrar su apoyo a la unidad de la nación y su rechazo al referendo.
Entre banderas nacionales y cánticos de “viva España”, “yo soy español”, “Puigdemont a prisión” y “no nos engañan, Cataluña es España”, la protesta en Madrid, la capital española y sede del gobierno, recorrió calles céntricas hasta llegar al Ayuntamiento en la Plaza de Cibeles.
En otros puntos de España también había convocadas concentraciones contra una consulta que la mayoría de los catalanes quieren celebrar pese a que el sentimiento independentista a disminuido entre ellos, según sondeos.
La policía regional, los Mossos d’Esquadra, ha recibido instrucciones de vaciar los edificios públicos para el domingo de madrugada. La respuesta que ofrezcan los 17.000 agentes de la policía regional está considerada como un factor clave para el éxito o el fracaso de la votación.