Los partidos independentistas catalanes parecen encaminados a continuar con sus planes de separarse de España tras su victoria en las elecciones regionales de Cataluña.
No obstante, grupos de oposición y los medios en Madrid señalan que los partidos opuestos a la independencia recibieron el 52% de los votos:" Los independendistas ganan en escaños pero no en votos", titula El País, el diario de mayor circulación en España.
El presidente regional nacionalista, Arturo Mas, hizo caso omiso a tales señalamientos. “Hemos ganado”, dijo a una multitud de independentistas que ondeaban banderas en señal de triunfo. “Estamos legitimados para seguir adelante”, agregó.
Con poco menos del 100% de los votos escrutados, la coalición independentista "Juntos por el sí", liderada por Mas, obtuvo 62 escaños en la cámara catalana de 135 puestos, por debajo de la mayoría absoluta, lo que la obliga a buscar apoyo en el partido Candidatura de Unidad Popular (CUP), independentista y de ultraizquierda, que consiguió 10 escaños.
Estos dos partidos han dicho desde algún tiempo que una coalición así les permitirá declararse independientes dentro de 18 meses.
El plan es aprobar una Constitución catalana, crear un banco central y un sistema judicial propios. La ciudad principal de la región catalana es Barcelona.
El gobierno de Madrid, a cargo del primer ministro Mariano Rajoy, ha dicho que usará todos los medios legales para evitar la secesión de Cataluña, tal como lo prohíbe la Constitución Española.
Muchos catalanes partidarios de separarse de España afirman que la región, que supone casi una quinta parte de la producción económica española, paga demasiados impuestos y recibe menos de lo que le corresponde en inversiones del gobierno. El sentimiento independentista creció durante el casi colapso económico español en medio de la crisis financiera.
La secesión supondría la salida de la región de la Unión Europea.