España despliega 7.500 militares en la zonas inundadas ante la indignación por la lentitud de la ayuda

Miembros de unidades de rescate y emergencia trabajan en la entrada del estacionamiento subterráneo del centro comercial Bonaire después de las inundaciones causadas por las fuertes lluvias en Aldaia, cerca de Valencia, España, el 4 de noviembre de 2024.

Las autoridades españolas enviaron unos 7.500 soldados a las zonas afectadas por las inundaciones mortales en el sur y este del país, en medio de las críticas por el manejo del desastre natural que ya deja al menos 217 muertos.

Ante el creciente descontento por la respuesta a la catástrofe, que ha causado al menos 217 muertos, el Gobierno español desplegó 7.500 soldados en la región oriental del país, afectada por unas devastadoras inundaciones.

El ejército envió unos 5.000 soldados durante el fin de semana para ayudar a distribuir alimentos y agua, limpiar las calles y proteger tiendas y propiedades de los saqueadores. Otros 2.500 se unirán a ellos, según dijo la ministra de Defensa, Margarita Robles, a la radio pública RNE.

Un buque de guerra que transportaba 104 soldados de infantería de marina, así como camiones con alimentos y agua, se acercaba al puerto de Valencia mientras una fuerte tormenta de granizo azotaba Barcelona, a unos 300 kilómetros al norte.

Los equipos de rescate buscaban el lunes cadáveres en garajes subterráneos, incluido un aparcamiento para 5.000 coches en el centro comercial Bonaire, cerca del aeropuerto de Valencia, así como en las desembocaduras de los ríos hasta donde las corrientes podrían haber arrastrado los cuerpos.

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Las víctimas mortales de las peores inundaciones de la historia moderna de España se elevaron el domingo a 217, casi todas ellas en la Comunidad Valenciana y más de 70 en la localidad de Paiporta.

La indignación de los residentes locales se centró en las alertas tardías de las autoridades sobre los peligros de las inundaciones y la percepción de una respuesta tardía de los servicios de emergencia.

El domingo, algunas personas presentes en Paiporta lanzaron barro contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y contra el rey Felipe y su esposa, la reina Letizia, al grito de "¡asesinos, asesinos!".

El ministro de Transportes, Óscar Puente, dijo el domingo que la cifra de muertos se había estabilizado porque todas las víctimas en superficie habían sido identificadas.

Las lluvias torrenciales del martes y el miércoles provocaron la crecida de los ríos, que engulleron calles y plantas bajas de edificios y arrastraron coches y trozos de mampostería en mareas de lodo.

La Reina Letizia (C) y el Rey Felipe VI de España reaccionan mientras los residentes enojados los abuchean durante su visita a Paiporta, en la región de Valencia, este de España, el 3 de noviembre de 2024, después de devastadoras inundaciones mortales.

Ha sido la peor catástrofe relacionada con inundaciones en Europa en cinco décadas.

Aunque las precipitaciones han continuado durante el resto de la semana, no ha habido más inundaciones importantes en la zona. La agencia meteorológica emitió una alerta el lunes por la mañana para Barcelona, ya que la segunda ciudad más grande de España se vio afectada por una tormenta de granizo y lluvias torrenciales.

Algunos de los manifestantes del domingo en Paiporta llevaban ropa con los símbolos de organizaciones de extrema derecha que suelen organizar protestas contra el Gobierno de izquierdas. Robles dijo que los grupos extremistas se estaban aprovechando de la situación para obtener beneficios políticos.

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