Las ventas de bonos en las subastas realizadas por España y Francia pusieron en evidencia los problemas que ahora enfrentan las grandes economías europeas, aumentando los temores de una crisis de deuda que pueda conducer a una nueva recesión en la zona euro.
Las subasta de bonos de los gobiernos de Francia y España realizadas este jueves 17 de noviembre de 2011, mostraron que el contagio de los problemas de crisis de deuda de Gracia e Italia se expande en la eurozona y el euro cae frente a otras monedas.
Si bien España recaudó este jueves unos $4.800 millones de dólares en bonos a 10 años, el interés que pagó el gobierno español fue cercano al 7%, considerado altísimo e insostenible en un plano de financiación a medio plazo.
El rendimiento de la deuda española fue de 6,97%, un 30% más alto que la subasta del 20 octubre y el interés más alto que paga el Tesoro español en bonos a 10 años desde 1997.
Mientras tanto, en la subasta de bonos de Francia, los resultados fueron un poco mejores, pero aún pagó más alto por mucho más por los casi 9.800 millones de dólares en papeles gubernamentales.
"La zona euro debe entregar algo que calme a los mercados y por el momento los mercados sienten que no se les ha dado algo que los conforte", dijo Marc Ostwald, estratega de Monument Securities, citado por la agencia Reuters.
En tanto que la canciller de Alemania, Angela Merkel, urgió al nuevo gabinete italiano a acelerar la aplicación de los ajustes prometidos para calmar a los mercados.
Grecia despliega seguridad
Mientras tanto, el gobierno de Grecia desplegó a miles de policías en Atenas, este jueves 17 de noviembre de 2011, para impedir hechos de violencia durante una marcha de protesta anual.
La marcha hacia la embajada de Estados Unidos incluye a manifestantes enojados por las nuevas medidas de austeridad impuestas por el gobierno interino.
La manifestación tiene lugar un día después que el gobierno ganó por abrumadora mayoría un voto de confianza en el Parlamento.
El Parlamento griego votó por 255 a 38 apoyar los esfuerzos del nuevo primer ministro Lucas Papademos para imponer impopulares recortes de gastos y aumento de impuestos, medidas exigidas por los acreedores internacionales a cambio de más fondos para el gobierno.